Rodrigo Díaz M.
Los brotes de COVID-19, en particular las variantes del virus, tanto en la Junta Escolar del Distrito de Peel como en la Junta Escolar Católica de Dufferin-Peel han llegado a un punto en el que sería más seguro para alumnos y profesores quedarse en casa.
Informes confirmados apuntan a que los representantes de ambas juntas escolares se han puesto en contacto con el gobierno de Ontario para pedir un cierre completo, pero la provincia se ha mostrado reacia a cumplir.
Además, los profesores de ambas juntas avisaron que los nuevos protocolos sanitarios que se están poniendo en marcha dificultan su trabajo.
Según los datos facilitados por ambas juntas, en estos momentos se han confirmado 301 casos del virus en las escuelas de la región de Peel, con otros 20 casos sospechosos. Las cifras incluyen alumnos y profesores.
Además, se han cerrado 206 aulas entre los dos sistemas escolares y cinco escuelas han sido cerradas por completo, todas pertenecientes a la junta católica.
Los casos más graves parecen darse en la escuela primaria católica St. Sofia de Mississauga, donde se detectaron 10 infecciones entre alumnos y cinco profesores, lo que provocó el cierre de siete aulas inicialmente hasta que se cerró toda la escuela.
Otras escuelas cerradas son St. Valentine y St. Bernard of Clairvaux en Mississauga, St. John Paul II en Caledon, y St. Alphonsa en Brampton.