Rodrigo Díaz M.
En horas de la mañana del lunes un apagón masivo sin precedentes afectó a la mayoría de España, a algunas partes de Portugal y a algunas ciudades en Francia.
El gobierno español declaró el estado de emergencia el lunes por la noche, cuando aún el servicio de electricidad no se había restablecido para la mayoría de las zonas afectadas.
El apagón provocó la paralización del tren, la interrupción de las comunicaciones telefónicas y la desactivación de los semáforos de tránsito, desatando el pánico y las compras compulsivas en los comercios.
Los apagones afectaron a las principales ciudades, desde Madrid, Barcelona y Valencia hasta Lisboa, y algunas personas quedaron atrapadas en estaciones de metro y ascensores cuando se cortó la electricidad.
Según el presidente de España, Pedro Sánchez, una “fuerte oscilación” en la red europea fue la causa del apagón, pero que aún se estaba investigando el origen.
Por su parte, el operador de la red eléctrica portuguesa, REN, afirmó que se había producido un “fenómeno atmosférico poco habitual” debido a las extremas variaciones de temperatura en el interior de España y advirtió que el restablecimiento total de la red eléctrica del país podría tardar hasta una semana.
Los aeropuertos también se vieron afectados, con vuelos retrasados y cancelados, mientras que los turistas en Portugal fueron advertidos por la aerolínea insignia del país, TAP Air, de que no viajaran hasta nuevo aviso.
El torneo de tenis, el Abierto de Madrid, que se estaba celebrando esta semana, se suspendió como consecuencia del apagón. En horas de la madrugada del martes ya se había restablecido el 50% del suministro eléctrico de España. Se espera que el servicio se encuentre completamente activado en los próximos días.