Rodrigo Díaz M.
Según nuevo estudio, uno de cada 20 bebés nacidos en Ontario ha estado expuesto a opiáceos durante el embarazo.
Los investigadores de la University of Toronto, el ICES, una organización de investigación sanitaria con sede en Toronto, y varios hospitales, examinaron más de 700 mil nacimientos en la provincia entre 2014 y 2019.
De los 701.896 nacimientos en hospitales, 37.415 bebés (o el 5,3%) tuvieron exposición prenatal a opioides.
La buena noticia, según los autores de; estudio, es que la prevalencia de la exposición prenatal a los opioides se redujo del 6,1% en 2014 al 4,5% en 2019.
“Creemos que eso es probablemente un reflejo de directrices de prescripción más conservadoras”, dijo Andi Camden, autor principal del estudio y estudiante de doctorado en la University of Toronto.
Según ella, el tipo más común de consumo de opioides durante el embarazo es el de analgésicos recetados a mujeres que los utilizan durante menos de 30 días. Los descensos a lo largo del tiempo se producen en ese grupo, dijo Camden.
Otros indicadores han permanecido estables a lo largo del tiempo, como la atención hospitalaria relacionada con los opioides para las futuras madres y el síndrome de abstinencia neonatal, el síndrome de abstinencia que se produce después de que nazca un bebé expuesto a los opioides en el útero, explicó Camden.
Según el estudio, las madres jóvenes de entre 20 y 24 años presentaban las tasas más elevadas de exposición prenatal a los opioides, así como las que vivían en zonas rurales de Ontario y las que vivían en barrios de bajos ingresos.
La exposición a los opiáceos tiene una serie de consecuencias a corto plazo, entre ellas que los bebés nacen antes, restricciones del crecimiento intrauterino que hacen que los bebés sean más pequeños y una mayor probabilidad de ingreso en la unidad de cuidados intensivos neonatales, dijo Camden.
“Es importante saber cuántas mujeres y bebés se ven afectados por esto, porque muchas mujeres y familias necesitan más atención y más apoyo”.
Los investigadores descubrieron que las tasas de terapia con agonistas opiáceos (tratamiento de las adicciones a los opiáceos con metadona o buprenorfina) se mantuvieron estables a lo largo del estudio.
Camden dijo que su equipo seguirá estudiando estas situaciones y explorará el impacto de la pandemia del COVID-19 en el consumo de opioides durante los embarazos.