Rodrigo Díaz M.
Apple y Meta han sido oficialmente multados por los organismos reguladores de la Unión Europea por cientos de millones de euros en el marco de la intensificación de la aplicación de las normas relacionadas a la competencia digital del bloque de 27 países.
Individualmente, la Comisión Europea impuso una multa de 500 millones de euros a Apple por impedir que los desarrolladores de aplicaciones dirigieran a los usuarios a opciones más baratas de sus apps fuera de su App Store.
También se multó a Meta Platforms con 200 millones de euros por obligar a los usuarios de Facebook e Instagram a elegir entre ver anuncios publicitarios personalizados o pagar para evitarlos.
Cabe destacar que estas sanciones económicas, a pesar de ser elevadas, son menores que las multas multimillonarias que la Comisión ha impuesto anteriormente a las grandes empresas tecnológicas en casos de competencia.
La actual situación económica mundial, impulsada por los aranceles de Trump, hizo que esta decisión se retrasara hasta esta semana, dado que esta estipulado que se tomara la decisión a principios de marzo.
Estas sanciones son las primeras impuestas en virtud de la Ley de Mercados Digitales de la UE, también conocida como DMA, que es un reglamento que equivale a un conjunto de normas sobre lo que se puede y no se puede hacer, diseñado para ofrecer más opciones a los consumidores y las empresas y evitar que las grandes empresas tecnológicas monopolicen los mercados digitales.
La DMA pretende garantizar que los ciudadanos tengan “pleno control sobre cuándo y cómo se utilizan sus datos en línea, y que las empresas puedan comunicarse libremente con sus propios clientes”.
No es la primera vez que la Unión Europea sanciona a a Apple en virtud de la DMA, pero si es la primera vez que se le multa.
La Unión Europea tomó medidas a principios de este año para obligar a la empresa a abrir los sistemas operativos de sus iPhone y iPad, dictando los pasos que debe seguir para mejorar la interacción con tecnologías de la competencia.
También se les obligó a dejar de usar su conexión propietaria Lighting y a fabricar sus dispositivos para ser compatibles con USB-C el año pasado.