Rodrigo Díaz Maingon
Un padre y su hija provenientes del Reino Unido, que se encuentran de vacaciones en Canadá, revelaron que se sienten “amenazados” y “asustados” después de ser expulsados del hotel Crowne Plaza Niagara Falls porque apoyaron a trabajadores en huelga en los alrededores del Rainforest Café.
Alan Tomlinson, de 61 años, dice que dos guardias de seguridad siguieron a su hija Lauren de regreso a su habitación de hotel el 13 de abril.
“Detuvieron a mi hija en el hotel y le preguntaron qué estaba haciendo allí”, dijo en un correo electrónico a CBC News. “Seguridad le dijo que tenía que irse, ya que era un conflicto de intereses y que llamaría a la policía si ella no lo hacía”.
Lauren, de 21 años, se negó a irse sin su padre, quien dijo que la seguridad la siguió hasta un ascensor y su habitación, donde le dijeron que estaban en una propiedad privada y que ya no eran bienvenidos.
Los guardias de seguridad también repitieron su amenaza de llamar a la policía, y agregaron que el automóvil de la familia sería remolcado si no retiraban de las premisas, según Alan.
A pesar de argumentar que nada de lo que habían hecho estaba en contra de la ley, padre e hija finalmente aceptaron irse, pero dicen que se les negó un reembolso, a pesar de que habían pagado por su habitación.
En un comunicado enviado por correo electrónico a CBC News, Canadian Niagara Hotels Inc., que opera tanto en el hotel como en la cafetería, dijo que a los hoteles de todo el mundo a veces se les exige que “lidien con los huéspedes que interfieren con el disfrute de las instalaciones u operaciones de otros huéspedes”.
Sarah Vázquez, vicepresidenta del departamento de mercadeo de la organización, explicó: “Cada hotel tiene un protocolo de seguridad para desalojar legalmente a un huésped en tales circunstancias, como ocurrió aquí”.
También dijo que la compañía cree que, en el pasado, el Consejo de los Trabajadores Unidos de Canadá, el sindicato que representa a los trabajadores de los cafés, a veces ha “colocado a parte de su personal en hoteles locales para interrumpir sus operaciones”.
“Es desafortunado que estos huéspedes hayan participado en un asunto comercial privado entre el sindicato y el empleador e interferido con otros invitados que intentaron acceder a Rainforest y otras empresas cercanas”.
Alan describió la respuesta del hotel como “totalmente inexacta” y un “pobre intento” de controlar disminuir lo ocurrido.
“Nunca ‘interferimos’ con nadie”, dijo. “Repartimos folletos durante una hora el sábado y hablamos con la gente sobre la huelga”.
Finalmente, la familia encontró otro hotel en el que quedarse, pero Alan dijo que todavía se encuentra en shock después de lo sucedido.
“La experiencia de ser desalojado fue traumática; nos sentimos amenazados y asustados”.