Rodrigo Díaz M.
Pfizer Inc. y BioNTech SE afirmaron que están probando una tercera dosis de su vacuna contra el COVID-19 para comprender mejor la respuesta inmunitaria contra las nuevas variantes del virus.
También están en conversaciones con las autoridades sanitarias reguladoras para probar una vacuna modificada para proteger a la gente específicamente contra las variantes del virus, que son altamente transmisible.
Las empresas creen que su actual vacuna de dos dosis funciona contra la variante sudafricana, así como contra la encontrada en el Reino Unido. Sin embargo, los estudios permitirán a los fabricantes de vacunas estar preparados por si fuera necesaria una mayor protección.
“La tasa de mutaciones del virus actual es más alta de lo esperado”, dijo el director científico de Pfizer, Mikael Dolsten, en una entrevista. “Es probable que acabemos con refuerzos regulares y, en el caso de las vacunas potentes, es posible que haya que hacer un cambio de cepa cada cierto tiempo, pero no necesariamente cada año”.
Dolsten explicó que las vacunas de ARNm como las de Pfizer y BioNTech crean una respuesta potente pero que la respuesta inmunitaria puede disminuir con el tiempo y cree que una tercera dosis de su vacuna creará una respuesta similar o mejor que la segunda dosis, y podría ser el siguiente paso lógico para adelantarse a las variantes en circulación.
“Creemos que nuestra vacuna es sólidamente activa contra todas las cepas”, dijo Dolsten, señalando que las empresas “quieren estar preparadas para todas las opciones y ser impulsadas por los datos, dirigidas por la ciencia”.
Moderna Inc. también está trabajando con científicos del gobierno estadounidense para estudiar una inyección experimental de refuerzo destinada a combatir la variante encontrada por primera vez en Sudáfrica.