Solicitan más efectividad del Acuerdo de Transferencia de Protección, el cual ha sido diseñado junto a la Organización de las Naciones Unidas
Organizaciones comunitarias que trabajan con inmigrantes en Canadá se mostraron incrédulos al conocer que un programa establecido en el país para ayudar a refugiados centroamericanos prácticamente no ha sido utilizado.
Por Oscar Vigil
TORONTO. Representantes de dichas organizaciones dicen estar decepcionados de que Canadá haya dado la bienvenida a solo 11 refugiados en un programa de las Naciones Unidas diseñado para ayudar a miles de centroamericanos a huir de una realidad de secuestros, pandillas y violencia sexual.
El Acuerdo de Transferencia de Protección (Protection Transfer Arrangement, PTA), vigente desde 2016, se promocionó como “un mecanismo innovador para salvar vidas” dirigido a las personas que intentan escapar del llamado Triángulo del Norte: El Salvador, Honduras y Guatemala, que tienen una de las tasas de homicidios más altas del mundo para países que no están en guerra.
El programa identificó a más de 3,100 personas necesitadas de protección, pero hasta el momento solo 387 migrantes han sido reasentados en todo el mundo.
“Estamos realmente decepcionados por la respuesta al PTA”, dijo Pamela Arancibia, de la Coalición para el Norte de Centroamérica, un grupo de defensa de migrantes de la llamada región del Triángulo del Norte con sede en Toronto.
“El reasentamiento es un mecanismo que tenemos para abordar la crisis. Esto no es aceptable”, apuntó.
Canadá superó a los Estados Unidos y reasentó a más refugiados que cualquier otro país en el mundo en el año 2018. Pero, aunque Ottawa trajo a más de 28,000 personas bajo sus programas de patrocinio de refugiados el año pasado, Canadá acogió principalmente a migrantes de Medio Oriente, África y Asia, con pocos migrantes de Centro y Sur América.
Pero la semana pasada, luego de fuertes críticas porque Canada no hace lo suficiente para ayudar en la crisis en Venezuela, Ottawa anunció que apoyaría el decreto aprobado por la Asamblea Nacional venezolana controlada por la oposición a principios de junio, y que reconocerá la validez de los pasaportes venezolanos que han expirado porque el gobierno suramericano no sido capaz de reemplazarlos en medio de una crisis administrativa.
Aunque los viajeros venezolanos aún deben cumplir con todos los requisitos de elegibilidad y entrada, aquellos que ya están en Canadá o planean venir pueden usar sus pasaportes no válidos, por lo que no quedarán atrapados en el limbo.
Estados Unidos y Canadá están renunciando a su compromiso de proteger a las personas que huyen de la violencia y la persecución, al entrar a formar parte de la tendencia mundial de negar a los refugiados el derecho al asilo, y promover a México como el “amortiguador” para los migrantes que vienen del sur buscando protección en América del Norte.
Ottawa realmente no se ha centrado mucho en la crisis en su propio continente, dijo Craig Damian Smith, director asociado del Laboratorio de Migración Global en la Escuela Munk de Asuntos Globales y Políticas Públicas de la Universidad de Toronto, porque el gobierno se ha resistido a enfrentar las prácticas controvertidas del presidente Donald Trump, como el plan de la administración estadounidense para eliminar el acceso al asilo para los centroamericanos.
Según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, de los 387 migrantes reasentados bajo ese programa en los últimos tres años, 322 fueron recibidos por los EE. UU., 30 por Australia, 24 por Uruguay y 11 por Canadá (todos en Quebec). Recientemente, Brasil también dio la bienvenida a 11.