La respuesta corta es: La ley de inmigración Canadiense no tiene ninguna provisión para patrocinio de hermanos a menos de que los patrocinados sean los padres y los hermanos sean dependientes de los padres, es decir, que sean menores de 19 años; o que los hermanos, menores de 18 años sean huérfanos y solteros.
Los cambios a la ley de dependencia (bajar la edad de 22 a 19 y quitar la provisión de dependencia por estudios independientemente de la edad) hizo más complicado que los hermanos pudieran ser incluidos en las solicitudes de patrocinio de los padres y ha hecho, en efecto, que muchas familias queden divididas y en otros casos, que muchos padres se nieguen a trasladarse permanentemente a Canadá por no dejar a sus hijos solos en sus países de origen.
Una de las propuestas en la campaña política del año pasado fue la de cambiar la ley de dependencia y subir la edad a 22 años nuevamente. Pero estos cambios todavía no se han hecho, así que la única opción que hay es trabajar con los programas vigentes.
Dejando claro que no hay patrocinio directo de hermanos y que la única forma que hay para patrocinarlos es si se patrocina a los padres y los hermanos son menores de 19 en el momento de presentar la solicitud de patrocinio, hay que entender también que las opciones no acaban allí.
Hay dos formas a través de los cuales se puede ayudar a los hermanos a inmigrar a Canadá. La primera es a través de una oferta de trabajo, la segunda es a través de estudios.
Conseguir una oferta de trabajo estando fuera de Canadá no es sencillo. En Canadá, al igual que en cualquier país del mundo los contactos son la mejor forma de encontrar trabajo. Es más factible que se consiga un trabajo si se llega recomendado y para esto hay que tener contactos. Quienes vivimos en Canadá conocemos a alguien que trabaja en el área profesional o de ocupación de quienes están afuera, y si no es así, por lo menos conocemos a alguien que podría conocer a alguien. Esto es lo que se llama “networking” o en español, contactos. Si bien no se puede patrocinar un hermano, si se puede ayudar en la búsqueda de trabajo.
Hay varios programas de trabajo que se pueden evaluar, el más conocido de todos es para el que se requiere la autorización del Departamento de Desarrollo Social de Canada (ESDC) cuando la empresa puede demostrar que no encontró residentes o ciudadanos canadienses que puedan desempeñarse en el cargo, esto es más conocido como LMIA; pero también hay otros programas que se pueden evaluar como son los tratados de libre comercio, que son una buena opción para Mexicanos, Colombianos, Peruanos y Chilenos. Para todos ellos se requiere de una oferta de trabajo y de allí la gran ayuda que pueden ser los hermanos residentes o ciudadanos canadienses.
La segunda forma es con soporte o bien financiero o bien ofreciendo la casa para la estadía mientras el hermano se encuentre estudiando en Canadá. Los costos para los estudiantes internacionales son altos, en promedio un año de “college” cuesta $15,000.00 CAD más el dinero que hay que demostrar que se tiene para el sostenimiento en el país y que inmigración tiene estipulado en $10,000.00 CAD por el solicitante principal, $4,000.00 por el cónyuge o pareja y $3,000.00 por cada hijo. De esta forma el ofrecer la casa como sitio de residencia del hermano mientras él estudia, aligera la carga económica.
Tanto para estudio como para trabajo hay que evaluar las opciones antes de lanzarse a presentar solicitudes, particularmente si los hermanos que se encuentran fuera de Canadá son casados y tienen familia; pero definitivamente estudio y trabajo son opciones, especialmente si se tiene en cuenta que otra de las promesas de campaña fue la de hacer cambios al Express Entry para darle puntos a quienes tienen hermanos en Canadá.
*Claudia Palacio es Consultora de Inmigración Certificada y colaboradora de este semanario. Pueden dirigir sus preguntas a [email protected]