Rodrigo Díaz M.
La última amnistía de armas de la policía de Toronto produjo más de 3.000 armas de fuego, lo que la convirtió en la más exitosa en la historia del servicio.
Las armas colocadas en exhibición en la sede de TPS el jueves incluyeron una ametralladora Uzi, una ametralladora Ingram MAC-10, tres rifles de asalto AR-15 semiautomáticos, un rifle de asalto Kalashnikov y varias pistolas semiautomáticas en diferentes estados de reparación.
Saunders dijo que los oficiales están a medio camino de verificar todas las armas incautadas y de analizar si se usaron en algún crimen no resuelto.
La policía dijo que se incautaron 2.200 armas largas y 900 armas de fuego durante la recompra, que terminó el 17 de mayo.
“Lo que escuchamos cuando llegamos a las puertas es que muchas personas ya no tenían ningún uso para las ramas o las habían heredado y no tenían idea de cómo deshacerse de ellas”, dijo Mark Saunders, jefe de la Policía de Toronto.
Saunders explicó que la recompra era parte de un plan más amplio para reducir la cantidad de armas que podrían caer en manos de los delincuentes a través de robos o venta ilícita.
“Algunas de estas armas fueron diseñadas principalmente para un uso criminal”, dijo. “Cuando tenemos una escopeta recortada, cuando tenemos dos Uzis puestos en la mesa, cuando tenemos ese tipo de armas, armas de fuego con números de serie eliminados, estas son armas con fines delictivos”, declaró Saunders.
El 90% de los tiroteos ocurridos en Toronto involucran pistolas o revólveres.
La ciudad gastará unos 750 mil dólares para verificar y destruir las armas, y también para pagar a los antiguos propietarios 200 dólares por rifle o escopeta y 350 por pistola o revolver.
Saunders dijo que el dinero de compensación se repartirá en las próximas semanas.