Rodrigo Díaz M.
Un grupo de personas, que incluye a cinco madres de Ontario, está impugnando la ley de vacunación infantil de la provincia, alegando que viola una serie de derechos constitucionales.
Los padres y la organización sin fines de lucro Vaccine Choice Canada alegan que la Ley de Inmunización de los Alumnos Escolares viola los derechos a la libertad de conciencia, a la religión, a la libertad y a la seguridad de la persona, entre otros.
La ley establece que los padres deben asegurarse que sus hijos sean vacunados contra una cierta lista de enfermedades a menos que obtengan una exención médica.
Los padres también podían obtener una exención médica si firman una declaración de conciencia o creencia religiosa, pero a partir de 2017, deben asistir primero a una sesión informativa sobre la vacunación.
Según la ley, los niños cuyos padres no cumplan con los requerimientos de vacunación pueden ser suspendidos o expulsados de las escuelas por órdenes de un funcionario médico de salud.
El caso aún no han sido verificado en los tribunales y la provincia aún no ha presentado una declaración de defensa, pero una portavoz de la Ministra de Salud, Christine Elliott, dijo que el gobierno está comprometido a garantizar un sistema de inmunización fuerte y eficaz.
El grupo detrás de la demanda incluye a madres que tienen entre dos y cinco hijos cada una, algunas de las cuales alegan que se les ha impedido ir a la escuela debido a no haber cumplido con los nuevos estándares de vacunación.
En el documento de demanda, el grupo alega que obligar a los padres a firmar el documento equivale a un discurso obligado y viola sus derechos al “plantear una posible responsabilidad penal”.
En particular, se oponen a una parte del documento que enumera los peligros de no vacunarse y les dice a los padres que, al firmarlo, aceptan la responsabilidad de poner en peligro la “salud e incluso la vida” de sus hijos.
El grupo también alega que las sesiones de información a las que los padres están obligados a asistir si buscan una exención por motivos de conciencia “presentan una visión unilateral y distorsionada de la vacunación, sin ninguna información sobre los riesgos de la vacunación que permita un consentimiento informado y una base para elegir”.
Además, alega que a los estudiantes que tienen que hacer en la escuela para recibir las vacunas no se les informa de los riesgos ni se les evalúa para detectar la “propensión potencial a ser lesionados por las vacunas”, lo que contrasta con la atención que se presta a las alergias mortales a los alimentos.