El sacerdote anglicano Hernán Astudillo conversó sobre la migración en la frontera de Estados y México. Particularmente, la situación que padecen los niños y niñas. Astudillo reside en Canadá desde hace unos 20 años, y conoce de cerca la realidad de las y los migrantes.
El sacerdote estuvo acompañando a niños emigrantes que cruzan la frontera desde Reynosa (México) hasta McAllen (Estados Unidos), y desde Ciudad Juárez (México) hasta El Paso (Estados Unidos). Astudillo dijo que “hace cuatro años estuvimos en la frontera de McAllen y Reynosa. Se hablaba de que en esa frontera cruzaron alrededor de 100 mil niños, en el período de un año. Eran niños de diversas partes del continente”.
El sacerdote dijo que se le partió el alma cuando pidió ingresar a las cárceles que se encuentran en la parte sur de México. “Los oficiales de migración fueron muy celosos, me dejaron entrar porque era sacerdote. Y, cuando fui entrando en este mundo de las cárceles, no me cabía en la mente cuan cruel es el ser humano. Para visitar las celdas de aquellas criaturas en la frontera de México, en Reynosa, teníamos que cruzar tres puertas de acero. Cada puerta tenía unos candados de siete u ocho centímetros”.
Estas formas de migración no vienen con Trump, sino que están haciéndose desde hace 10 años, dijo Astudillo. Recordó que, justamente, el padre de Trump es migrante, y le sorprende cómo hay personas que olvidan su origen.