Rodrigo Díaz Maingon
El plan multibillonario de construcción del bunker de desechos nucleares, que ha sido atrasado en varias ocasiones, parece que no tendrá ningún avance a corto plazo.
Catherine McKenna, ministra de medio ambiente, decidió pausar el progreso del plan en agosto de 2017 con el fin de garantizar la aceptación por parte de la comunidad indígena del área.
Sin embargo, los miembros de la Nación Saugeen Ojibway han dejado claro que no tienen pensado aceptar la construcción de la instalación.
Randall Kahgee, abogado asesor principal de las Primeras Naciones, dijo que la comunidad anticipa que un nuevo gobierno federal, después de la votación del próximo mes de octubre, podría aprobar el proyecto sobre cualquier objeción que se pueda tener al respecto.
“Esto siempre es una preocupación para las comunidades indígenas y esa preocupación ha sido expresada por los miembros de nuestra comunidad”, dijo Kahgee. “Se ve cómo los diferentes gobiernos siempre han tratado las cuestiones relacionadas con los indígenas”.
Kahgee declaró que la comunidad confía en que Ontario Power Generation se comprometa a respetar la opinión de las Primeas Naciones al respecto.
Fred Kuntz, portavoz de Ontario Power Generation, ratificó ese compromiso.
“No construiremos el búnker sin el apoyo de los pueblos indígenas”, dijo Kuntz. “Si la decisión es la de no proceder, tendríamos que buscar medidas alternativas”.
Una cosa es segura: tanto Ontario Power Generation como los pueblos indígenas tienen como prioridad una solución a largo plazo para hacer frente a los desechos nucleares.