Isabel Inclan
A pesar de que el gobierno de Estados Unidos está recortando todo tipo de ayuda social a Centroamérica, diversas organizaciones de desarrollo infantil resaltan que el programa “Previniendo la migración irregular de niños en Centroamérica” (PICMCA), de 15.2 millones de dólares y apoyado por el gobierno canadiense, sí está funcionando para desestimular la emigración de los jóvenes de la región.
La trágica muerte de dos menores centroamericanos que se encontraban bajo custodia de oficiales estadounidenses, luego de llegar a ese país en las caravanas de migrantes, captó la atención de la comunidad internacional, no sólo porque estas muertes podían haberse evitado sino por las imágenes de niños separados de sus padres y encerrados en frías jaulas.
Según datos de la UNICEF, cada vez es más el número de niños migrantes en todo el mundo que viajan sin ningún acompañante. La cifra se ha quintuplicado entre 2011 y 2016; y la tercera parte de estos menores que migran solos se encuentra en la frontera sur estadounidense.
De acuerdo con un primer reporte del PICMCA, dado a conocer la semana pasada, “las experiencias de vida traumática que enfrentan los niños que han sido detenidos puede ocasionarles trastornos cardiovasculares y enfermedades mentales durante sus vidas”.
Asimismo, según cifras oficiales, el 91% de guatemaltecos, el 96% de hondureños y 97% de salvadoreños deportados citaron la falta de oportunidades de empleo en sus países como la principal razón por la que quisieron emigrar a Estados Unidos, atravesando una larga ruta de cuatro mil kilómetros de territorio mexicano. En 2017 la tasa de desempleo en Honduras alcanzó 6.7%, mientras que en El Salvador el desempleo entre jóvenes llegó a 14.4%.
Las organizaciones Christian Children’s Fund of Canada (CCFC), Educo (España) y ChildFund International (EUA), agrupadas en la ChildFund Alliance, lanzaron en 2017 el programa PICMCA para prevenir la migración irregular de niños de Centroamérica y México, con lo que se espera beneficiar para el año 2021 a 230 mil personas en comunidades más necesitadas, de las cuales 130 mil son niños y jóvenes.
Hasta ahora, PICMCA se ha enfocado en 129 comunidades en las áreas más peligrosas de El Salvador, Guatemala, Honduras (países del Triángulo del Norte), además de México y Nicaragua, donde ha implementado 30 nuevos programas de prevención contra la violencia, entrenamiento y capacitación, cifra que representa el doble de lo planeado inicialmente.
Dave Stell, director de Comunicaciones de Christian Children’s Fund of Canada (CCFC), dijo en entrevista para “El Centro” que a dos años de iniciar operaciones el programa PICMCA está siendo exitoso para preparar a los jóvenes en habilidades para encontrar trabajos más fácilmente.
“Hemos encontrado una respuesta muy buena por parte de los jóvenes centroamericanos con quienes hemos realizado campamentos, talleres para enseñarlos a desarrollar diferentes habilidades y manejar o reparar máquinas”.
Aclaró que el equipo de las fundaciones infantiles ha podido constatar que “los jóvenes centroamericanos no quieren dejar sus ciudades, sus casas, sino que quieren encontrar empleos”.
En el reporte de PICMCA la joven salvadoreña Alba, una de las beneficiarias de este programa, afirmó que generalmente “nuestros padres piensan que vamos a tener un mejor futuro en otro país, pero no nos dan la oportunidad de desarrollar oportunidades en nuestros países o comunidades”.
El trabajo de PICMCA no sólo incluye la preparación para el trabajo sino talleres que buscan alejarlos de la violencia y fortalecerlos a través de la identidad como grupo social.
El programa no sólo se enfoca en empoderar a los jóvenes centroamericanos sino también a sus familias para que puedan “hacer una transformación social”, consideró Alicia Avila, directora de Educo en El Salvador.
“A través de nuestras actividades en Centroamérica queremos hacer más fuertes a los jóvenes y crear comunidad, para que no se sientan aislados y se apoyen uno al otro. De esta forma se puede enfrentar mejor las circunstancias de violencia”, agregó en entrevista Dave Stell.
Adelantó que este programa seguirá hasta el término planeado de 2021, independientemente del resultado de las elecciones federales del próximo 21 de octubre. “Queremos seguir haciendo las mismas actividades con los niños y jóvenes en los próximos dos años para fortalecerlos”, agregó el director de Comunicaciones de Christian Children’s Fund of Canada.
En diciembre pasado 150 países, incluido Canadá, firmaron el Pacto Mundial sobre Migración Segura, Ordenada y Regular (GCM). Canadá está convencido que la crisis migratoria global es un “reto común” que sólo se puede atender mediante una efectiva cooperación internacional. El GCM fija 23 objetivos generales, cada uno de los cuales se centra en un aspecto de la migración.
Para hacer frente a la crisis migratoria que se da en la frontera México-EUA, el nuevo presidente mexicanos Andrés Manuel López Obrador ha declarado su interés de conversar con sus contrapartes de Canadá y Estados Unidos para implementar programas de desarrollo en Centroamérica y el sur de México. Sin embargo, hasta ahora no han surgido programas concretos.
Al respeto, Dave Stell, dijo que sería positivo que los gobernantes de los tres países de Norteamérica tengan un diálogo para hacer frente a la crisis de migrantes centroamericanos. “Desde nuestro punto de vista, el problema se tiene que atender de raíz en los lugares de origen”, dijo y añadió que sería muy positivo que también los líderes desarrollaran en conjunto acciones para evitar esta migración riesgosa.
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*Fotos cortesía de Christian Children’s Fund of Canada
*El reporte completo de PICMCA se puede encontrar en esta liga:
