Por Alexander Terrazas
King City. Si hay algo que sorprendió este año en la gran peregrinación hispana al Santuario de Marylake, fue el clima. Los devotos pasaron de una lluvia torrencial a un clima frío y luego a sentir los rayos del sol. ¿Será porque la fe mueve montañas, como dice el refrán? No podemos afirmarlo con certeza, pero los creyentes creen que se trató de un misterio de fe.
Como cada año, el 17 de agosto pasado, cientos de peregrinos y visitantes llegaron a venerar la imagen de ‘Nuestra Señora de la Gracia’ en Marylake, para pedir o agradecer los favores recibidos. El clamor generalizado de los devotos se concentró, particularmente, en conseguir o mantener una fuente laboral y curar alguna dolencia física personal o de algún familiar. “Tuve un accidente y hoy he venido a pedirle a la virgencita sanación”, comentó un joven con unas muletas en brazos, y que hizo casi lo imposible para llegar a Marylake en plena lluvia.
Como él, muchas familias hicieron la peregrinación durante la mañana del día sábado. A pesar de la tormenta, los fieles salieron en autobuses y vehículos particulares desde las diferentes parroquias hispanas de la ciudad de Toronto, hasta King City, donde se encuentra el Santuario. Tras unos 45 minutos de viaje, los peregrinos ingresaron al templo de Marylake (porque la lluvia hizo suspender las actividades de afuera), para las confesiones y luego participaron de la santa misa que fue celebrada por el Padre Francisco Cruz, de la parroquia de Kitchener y concelebrada por los sacerdotes hispanos de la Arquidiócesis de Toronto.
En su homilía, el Padre Cruz, se refirió a la lectura del Evangelio de san Lucas que habla sobre la visitación de la Virgen María a su prima Isabel; además, hablo sobre el amor y la alegría que Dios tiene por cada uno de nosotros. “Aceptar el amor que Dios nos tiene, es lo más difícil de entender de todos los misterios. Pero Dios nos ama personalmente. Su amor es infinito, estable y para siempre”, sostuvo el clérigo, que al finalizar la misa le puso una corona a la imagen de la Virgen de Guadalupe.
Después de la celebración eucarística, cuando cesó la lluvia y se asomaron los rayos del sol, todos los parroquianos salieron al amplio parque verde del Santuario para compartir un almuerzo en un ambiente familiar. Por la tarde, los fieles participaron de las alabanzas y la adoración al Santísimo y cerró la jornada religiosa con una procesión y rezando el Santo Rosario, por el tradicional camino de Marylake. Al finalizar las actividades, otra vez volvió a caer la lluvia.
Cabe destacar que todas las actividades de la gran peregrinación hispana 2019 estuvieron bajo la organización del Padre Gustavo Campo y por los miembros de la Renovación Carismática Católica de la parroquia Santiago Apóstol.
Marylake, lugar del Rosario más grande del mundo
El Santuario de Nuestra Señora de la Gracia, es un lugar encantador y de mucha reflexión interior. Dicen que fue declarado por el cardenal Thomas Christopher Collins, como uno de los cuatro sitios oficiales de la Arquidiócesis de Toronto para el peregrinaje.
Además, la entrada principal del Santuario fue bendecida como la Santa Puerta abierta para todas las personas que visiten Marylake buscando las gracias especiales. Aquí se encuentra el Rosario más grande del mundo, con un recorrido de un kilómetro y medio, diseñado por el artista Ted Harasti. Según dicen, el Gran Crucifijo del Rosario esta hecho de acero inoxidable especialmente procesado, tiene diecinueve pies de largo, mientras que el cuerpo de Jesús es de bronce y tiene once pies de largo.