Rodrigo Díaz M.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, junto son sus principales asesores gubernamentales, recibieron al presidente de El Salvador, Nayib Bukele, este lunes en la Casa Blanca para discutir cuestiones relacionadas al envío de más privados de libertad a la mega cárcel CECOT de El Salvador.
La mayoría de las preguntas realizadas por la prensa durante esta reunión a puertas abiertas entre los dos mandatarios se centraron en el caso de Kilmar Abrego García, un hombre de Maryland que fue deportado injustamente a El Salvador el mes pasado.
Tanto Trump como Bukele negaron la posibilidad de que Abrego García fuese liberado en los Estados Unidos o en El Salvador.
Los funcionarios de la administración Trump enfatizaron que Abrego García, quien fue enviado a una prisión a la mega cárcel para pandilleros en El Salvador, era ciudadano de ese país y Estados Unidos no tenía nada que ver con su futuro. Y Bukele, quien ha sido un socio vital para la administración Trump en sus esfuerzos de deportación, dijo que no “tiene el poder de devolverlo a Estados Unidos”.
Esta negativa de ambos países a permitir el regreso, o solamente la liberación, de Abrego García se da incluso cuando el salvadoreño contaba con una orden judicial de los Esatods Unidos de inmigración que impedía su deportación por temor a la persecución de las bandas en El Salvador.
Desde principios del mes de marzo El Salvador ha aceptado a más de 200 inmigrantes venezolanos provenientes de los Estados Unidos, a quienes funcionarios del gobierno de Trump han acusado de ser parte de la catalogada banda criminal terrorista venezolana El Tren de Aragua.
Todos estos supuestos criminales han sido internados en la prisión de máxima seguridad para pandilleros del país, en las afueras de la capital, San Salvador, el CECOT o el Centro de Confinamiento del Terrorismo.
Hace algunas semanas, el presidente Bukele llegó a un acuerdo por el cual Estados Unidos pagará unos seis millones de dólares para que El Salvador encarcele a los inmigrantes venezolanos, pero solo durante un año.
El presidente Trump ha dicho abiertamente en varias ocasiones, y el lunes lo volvió a repetir, que también estaría en favor de enviar a ciudadanos estadounidenses que hayan cometido crímenes graves a El Salvador.
Horas antes de la llegada de Bukele a Washington, el Departamento de Estado de la administración de Trump actualizó su aviso oficial de viaje para El Salvador al Nivel 1, que es para países que se consideran los más seguros para visitar por ciudadanos estadounidenses.