Rodrigo Díaz M.
El nuevo servicio de entrega a domicilio de Amazon, Prime Air, ha recibido la aprobación de la Administración Federal de Aviación (FAA) para entregar artículos electrónicos con baterías de iones de litio, como iPhones, teléfonos Galaxy, AirPods y AirTags, así como timbres Ring y termómetros para parrillas.
Estas entregas se realizarán en menos de 60 minutos en las zonas elegibles de Texas y Arizona. Solo hay que seleccionar la entrega por dron al finalizar la compra y asegurarse de que los artículos pesen menos de 2,3 kilogramos.
Amazon realizará estas entregas con sus drones MK30, capaces de soportar lluvias ligeras y temperaturas extremas. Los paquetes se entregarán en el lugar que que se elija dentro de los domicilios, como la entrada o el jardín.
Anteriormente, los drones de Amazon buscaban códigos QR colocados en la zona de entrega. Ahora, el proceso está automatizado a través del procesador de a bordo del dron, de modo que los pedidos llegan directamente a los puntos de entrega designados sin necesidad de un código QR físico.
Además, una vez seleccionado, no se tendrá que volver a introducir el lugar designado para futuras entregas. Amazon lo recordará, aunque se puede cambiar en cualquier momento.
La última actualización también significa que el dron puede proporcionar una hora estimada de entrega en un plazo de cinco minutos desde la recepción del pedido. Antes de entregar el paquete, el dron también verificará el punto de entrega y se asegurará de que no haya mascotas, coches ni personas.
Si un dron no puede completar la entrega, Amazon lo notificará y dará un motivo. Aunque los MK30 son capaces de soportar lluvias ligeras, Prime Air no aceptará pedidos en todas las condiciones meteorológicas, advierte Amazon. El gigante del comercio electrónico solo ofrece este servicio si su servicio de predicción meteorológico con 75 minutos de antelación determina que la entrega con drones debería estar disponible en la próxima hora.
Aunque el servicio parece conveniente, no todos están contentos. El año pasado, los residentes de una ciudad llamada College Station instaron a la FAA a tomar medidas contra el ruido generado por estos drones. En enero, Amazon también suspendió las entregas con drones en los Estados Unidos tras un accidente en el que se vieron implicados dos drones en Arizona.











