Rodrigo Díaz M.
Las autoridades indonesias interrumpieron el lunes la búsqueda de siete alpinistas tras una nueva erupción del volcán Marapi, que desprendió un nuevo chorro de ceniza caliente de hasta 800 metros de altura, según informaron fuentes oficiales el lunes.
Los cuerpos de 22 alpinistas fueron recuperados a primera hora del día del martes, mientras se buscaba a los desaparecidos, luego de que los intentos de reubicarlos el lunes se vieron dificultados por la nueva actividad, declaró el jefe de la Agencia de Búsqueda y Rescate de Sumatra Occidental, Abdul Malik. La operación de búsqueda se reanudo el martes, cuando las condiciones fueron mejores.
Un vídeo difundido por la agencia mostraba a los equipos de rescate evacuando a un escalador herido en una camilla desde la montaña hasta una ambulancia que esperaba para ser trasladado al hospital.
El Marapi entró en erupción el domingo escupiendo nubes de ceniza caliente.
El volcán ha permanecido en el tercero más alto de los cuatro niveles de alerta desde el 2011, un nivel que indica una actividad volcánica por encima de lo normal, prohibiendo a los escaladores y aldeanos acercarse a menos de tres kilómetros del pico,
Unos 75 escaladores habían iniciado el sábado la ascensión a la montaña de casi tres mil metros y quedaron varados. Las autoridades rescataron a 52, tres de ellos el lunes. Ocho de los rescatados el domingo fueron trasladados al hospital con quemaduras y uno sufrió una fractura.
En la erupción del domingo, el Marapi expulsó gruesas columnas de ceniza de hasta tres mil metros de altura, y las nubes de ceniza caliente se extendieron a lo largo de varios kilómetros. Los pueblos y ciudades cercanos quedaron cubiertos por toneladas de escombros volcánicos.
La caída de ceniza cubrió varios pueblos y bloqueó la luz solar, y las autoridades distribuyeron máscaras al tiempo que instaban a los residentes a llevar gafas para protegerse de la ceniza volcánica.
Unas 1.400 personas viven en las laderas del Marapi, en Rubai y Gobah Cumantiang, los pueblos más cercanos, a unos cinco o seis kilómetros del pico.
Marapi ha estado activo desde una erupción en enero que no causó víctimas. Es uno de los más de 120 volcanes activos de Indonesia, un país propenso a los movimientos sísmicos debido a su ubicación en el Cinturón de Fuego del Pacífico, un arco de volcanes y fallas que rodean la cuenca del Pacífico.