Según el informe más reciente de Feed Ontario, más de un millón de personas utilizaron bancos de alimentos entre abril de 2024 y marzo de 2025, lo que representa un aumento del 87 por ciento respecto a 2019-2020, con 8.7 millones de visitas en total. En Toronto, uno de cada diez residentes recurre a bancos de alimentos y cerca del 40 por ciento de los usuarios son niños.
Más de un año después de que varios municipios de Ontario declararan emergencias por inseguridad alimentaria, los bancos de alimentos advierten que la demanda no ha disminuido. Aunque los llamados de atención ayudaron a generar conciencia y a aumentar las donaciones, reportes muestran que el número de personas que dependen de los bancos de alimentos sigue creciendo en toda la provincia y en el país. Organizaciones del sector coinciden en que la situación no cambiará sin mejores apoyos en ingresos y vivienda, en un contexto marcado por el alto costo de vida.
Ciudades como Mississauga, Toronto y Kingston, seguidas por otras comunidades de Ontario, pidieron este año apoyo a los gobiernos provincial y federal para reforzar beneficios sociales, ampliar el acceso a vivienda asequible y mejorar salarios y oportunidades laborales.
Los operadores de bancos de alimentos señalan que una parte creciente de quienes buscan ayuda tiene empleo, incluidos trabajadores con educación postsecundaria, y que muchos dependen de programas como Ontario Works o el Ontario Disability Support Program, cuyos montos no alcanzan para cubrir alquileres y gastos básicos. Aunque el gobierno provincial destaca aumentos recientes en beneficios y en el salario mínimo, las organizaciones advierten que siguen existiendo brechas importantes. También han expresado preocupación por nuevas leyes de vivienda que podrían aumentar los desalojos y la demanda sobre los bancos de alimentos, mientras valoran medidas federales como el programa nacional de alimentación escolar, que buscan aliviar parte de la presión sobre las familias.














