Rodrigo Díaz Maingon
Rosalba Solares dice que ella y su hijo serán perseguidos y asesinados por malandros si es separada de su esposo y deportada a Guatemala.
Solares, de 42 años, y su esposo Jorge Orozco, de 59, han estado viviendo en Canadá durante los últimos 12 años. Su hijo Julien, de siete años, nació en Canadá, por lo que es ciudadano canadiense.
El viernes pasado, la pareja, que vive en Toronto, se enteró que será deportada el domingo de esta semana a dos países diferentes, a sus países de origen: Solares a Guatemala y Orozco a Colombia.
Por no tener familia en Canadá, Julien se tendrá que ir con su madre a Guatemala.
“Estamos muy preocupados y deprimidos”, admitió Solares. “Sobre todo, estoy preocupada por mi hijo”.
Solares se fue de Guatemala y llegó a los Estados Unidos en 1998, huyendo de su abusivo ex novio, que es miembro de una pandilla local. En California, conoció a Orozco, que había huido de las guerrillas en Colombia.
Ella dice que su propia prima, que es miembro de la misma banda criminal, la rastreó en California, la golpeó en la cara y le dijo que si regresaba a Guatemala su ex novio la mataría.
Ahora ella teme que, si regresa con su hijo, él también será envuelto en la violenta disputa.
Solares y Orozco llegaron juntos a Canadá en abril de 2007 y solicitaron el asilo político. Su petición fue rechazada en el 2011.
Su abogado, Lorne Waldman, dice que los funcionarios de inmigración argumentaron que cada uno podría buscar la protección del estado en sus países de origen y que Solares podría regresar a una región diferente de Guatemala para evitar correr riesgos.
Julien nació en 2012 y la familia continuó viviendo en Canadá como ilegales, hasta que Orozco se involucró en una colisión de autos el año pasado.