“Aunque aprecio enormemente los esfuerzos del presidente Xi y China para ayudar con Corea del Norte, no ha funcionado. ¡Al menos yo sé que China intentó!”, declaró Trump a través de su cuenta personal de Twitter.
La declaración del presidente llega tras el fallecimiento este lunes del joven estadounidense Otto Warmbier, quien regresó la semana pasada al país en coma desde Pyongyang, donde estuvo preso durante más de un año.
Además, EE.UU. y China inaugurarán este miércoles en Washington su primer diálogo bilateral de seguridad y diplomacia, centrado precisamente en Corea del Norte y su desarrollo armamentístico.
“Es una vergüenza total lo que le pasó a Otto. Nunca se debería haber permitido que ocurriese. Y, francamente, si se le hubiera traído a casa más pronto creo que los resultados habrían sido muy diferentes”, comentó Trump hoy a los periodistas en el Despacho Oval al inicio de una reunión con el presidente ucraniano, Petró Poroshenko.
Warmbier, de 22 años, “debería haber sido traído a casa hace mucho tiempo”, añadió Trump.
Así, además de al régimen de Pyongyang, el mandatario pareció culpar también implícitamente de lo ocurrido al Gobierno de su predecesor en la Casa Blanca, Barack Obama, al anotar que Warmbier debería haber regresado a EE.UU. “ese mismo día”, sin especificar si se refería al momento en que cayó en coma o a cuando fue juzgado y condenado a prisión.
El secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, anunció la semana pasada la liberación del joven, que fue entregado a su familia en Cincinnati (Ohio) en un vuelo privado en coma y con graves lesiones cerebrales.
Warmbier llevaba más de un año en coma, en el que entró poco después de su última aparición en público durante su juicio en Pyongyang en marzo de 2016 por supuestamente robar un cartel de propaganda, según su familia.
El régimen de Corea del Norte sostiene que Warmbier sufrió un brote de botulismo, le dieron una pastilla para dormir y no volvió a despertarse, mientras que su familia rechaza esa versión y responsabiliza a Pyongyang de su muerte.
Por su parte, el Departamento de Estado está “evaluando” la posibilidad de “imponer algún tipo de restricciones de viaje” para que los estadounidenses no visiten Corea del Norte, algo que Tillerson “tiene la autoridad” de hacer, según aseguró hoy su portavoz, Heather Nauert.
“Alentamos rotundamente a los estadounidenses a que no viajen allí”, subrayó Nauert en una conferencia de prensa.
La portavoz dijo que no puede comentar sobre “las circunstancias de la muerte” de Warmbier, pero que Estados Unidos quiere hacer “que Corea del Norte rinda cuentas” por su detención y posterior fallecimiento, y baraja posibles “opciones” para ejercer esa presión sobre Pyongyang.
A comienzos de mayo pasado, Trump llegó a decir que estaba dispuesto a reunirse con el líder norcoreano, Kim Jong-un, “bajo las circunstancias adecuadas”, aunque el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, matizó después que las condiciones para que ese encuentro sea posible no se dan actualmente.
“Claramente nos estamos alejando” de las condiciones adecuadas para esa reunión, según admitió hoy Spicer al aludir a la muerte de Warmbier.
Trump dice que los esfuerzos de China para contener a Pyongyang no han funcionado
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