Por Raúl A. Pinto
En duda quedó la expansión del oleoducto Trans Mountain, luego que el pasado 8 de abril la compañía petrolera Kinder Morgan Canada suspendiera indefinidamente todas las actividades llamadas “no esenciales”.
La compañía directamente ha culpado de esta decisión principalmente a la mala gestión gubernamental de la provincia de British Columbia (BC), junto con lo que llamaron “la necesidad de proteger” sus accionistas. A pesar de no haberlo mencionado directamente, diversos expertos mencionan que la presión ejercida por el gobierno Canadiense y de la provincia de Alberta luego que una de las promesas de campaña del Premier de B.C., John Horgan, fuera hacer “todo lo que estuviera a su alcance”, para detener el proyecto. Kinder Morgan no mencionó a Horgan como la causa del problema.
Uno de los principales impulsores que esta medida fuera terminada para mover petróleo desde Alberta hasta BC fue el primer ministro Justin Trudeau. A pesar del aviso de Kinder Morgan, el ha insistido que el oleoducto será un hecho. La expansión, que triplicaría la cantidad de petróleo que fluye de Alberta a Burnaby, B.C., fue aprobada por el gobierno federal en 2016.
La premier de Alberta Rachel Notley dijo que su provincia consideraría tomar una participación en el capital si los inversionistas de Kinder Morgan decidían retirarse. Eso sí, no incluyó un precio específico
“Si es necesario hacerlo, Alberta está preparada para hacer lo que tengamos que hacer para construir este oleoducto. Alberta está preparada para ser un inversor,” dijo Notley.
La compañía reiteró que esto era una suspensión. Representantes de Kinder Morgan dijeron que consultarán con varias partes interesadas para tratar de llegar a un acuerdo antes de fines de mayo, lo cual podría permitir que el proyecto continúe, comentando además que necesitan “un poco de claridad” sobre su capacidad de construcción en B.C.
“Como hemos declarado en varias oportunidades, seremos muy cuidadosos en el uso que hagamos de los fondos entregados por accionistas. Es ese compromiso el que nos ha hecho determinarnos a no poner a los accionistas de KML en riesgo por el gasto restante del proyecto “, dijo el CEO de Kinder Morgan Steve Kean.
“No puede que una empresa sea la que tenga que resolver las diferencias entre los gobiernos de distintas provincias. Si bien hemos tenido éxito en todos los desafíos legales hasta la fecha, una empresa no puede litigar su camino hacia una tubería solo porque las diferencias jurisdiccionales entre los gobiernos son distintas, puntualizó.