Por Raúl A. Pinto
El gobierno canadiense ha acordado, en conjunto con la provincia de Quebec, el realizar traslados rápidos y expeditos de refugiados que hayan cruzado la frontera con Estados Unidos en esta provincia hacia otras regiones del país, como una manera de hacer avanzar el flujo de inmigrantes, los cuales abarrotan el área esperando un resultado en su estatus migratorio.
Con casos que han tomado hasta dos años en ser resueltos, la ciudad de Montreal recibe un alto volumen de solicitudes que se traducen en el atochamiento de causas en espera. Medios como Toronto Star y Globe and Mail han indicado que lo más probable es que los solicitantes sean enviados a Toronto en su mayoría, y también en otras ciudades del país.
En lo que va del año, se han recibido seis mil solicitudes de refugio en Quebec, donde se calcula que el cuarenta por ciento de ellos no tienen intención de quedarse allí. La directora ejecutiva del Consejo de Agencias de Ontario para Inmigrantes (Ontario Council of Agencies Serving Immigrants, por su nombre en inglés), Debbir Douglas, expresó su preocupación al respecto.
“Más personas significan más presión sobre el sistema. Nuestro sistema de refugio está en el punto de explosión. El dinero tiene que venir de algún lado para apoyarlos”, dijo Debbie.
El gobierno acordó también inyectar $ 74 millones al sistema de procesamiento de solicitudes, además de iniciarse las negociaciones para la provincia por $146 millones en el presupuesto gubernamental para cubrir gastos del 2017.
Algunas voces también se han alzado en contra de esta medida, comentando que si bien el gobierno es responsable de los refugiados que entran al país, son las provincias mismas, las ciudades y las organizaciones de servicios las que proporcionan y pagan la mayoría de los llamados hearings durante la etapa previa a la audiencia definitiva.