Rodrigo Díaz M.
A partir de esta semana, el gobierno de Ontario planeaba aplicar un recargo del 25% a todas las exportaciones de electricidad a Estados Unidos como parte del conjunto inicial de medidas de represalia de la provincia a los aranceles estadounidenses sobre Canadá. Este recargo, de aplicarse afectaría a 1,5 millones de hogares y empresas en Michigan, Minnesota y Nueva York, con un costo de hasta 400 mil dólares por cada día que el recargo permanezca en vigor.
El premier de Ontario, Doug Ford suspendió el impuesto del 25% a la exportación de electricidad de Ontario después de que los principales asesores de Donald Trump en materia de aranceles acordaran reunirse en Washington esta semana y hablar sobre la guerra comercial en curso y llegar a un “acuerdo renovado” entre Canadá, Estados Unidos y México.
“Los aranceles del presidente Trump son un desastre para la economía estadounidense. Están encareciendo la vida de las familias y las empresas estadounidenses”, dijo el recién reelecto premier de Ontario, Doug Ford. “Hasta que la amenaza de los aranceles desaparezca para siempre, Ontario no dará marcha atrás. Nos mantendremos firmes, utilizaremos todas las herramientas de nuestro arsenal y haremos lo que sea necesario para proteger a Ontario”.
Las nuevas normas de mercado establecidas por Ontario exigirían a cualquier generador que venda electricidad a EE.UU. que añada un recargo del 25% valorado en 10 dólares por megavatio-hora (Mwh) al costo de la energía. A este nivel, el recargo generará unos ingresos de 300 mil a 400 mil dólares al día, que se utilizarán para apoyar a los trabajadores, las familias y las empresas de Ontario.
El gobierno de Ontario ha asegurado que utilizará todas las herramientas a su disposición para proteger a los trabajadores y familias de Ontario de los aranceles del presidente Trump, incluido el aumento de este recargo en cualquier momento o, si EE.UU. intensifica las medidas, el corte completo de las exportaciones de electricidad a EE.UU.
“Durante décadas, Ontario ha abastecido de energía a hogares, fábricas, oficinas y empleos estadounidenses, y no nos quedaremos de brazos cruzados mientras nuestras vitales exportaciones de electricidad se dan por sentadas”, dijo Stephen Lecce, ministro provincial de energía y electrificación. “En un momento en el que los precios están subiendo para las familias en Estados Unidos, Canadá y Estados Unidos deberían trabajar juntos para fortalecer nuestras relaciones comerciales y de inversión para garantizar un futuro próspero para ambos lados de la frontera”.
El nuevo recargo se sumaría a la ronda inicial de aranceles de represalia de 30 billones de dólares que ha impuesto el gobierno de Canadá.
En Ontario, LCBO, el mayor comprador de alcohol del mundo, ha retirado todos los productos estadounidenses de sus anaqueles, lo que ha supuesto una pérdida de ingresos de un billón de dólares para los productores estadounidenses. Ontario también ha prohibido a las empresas estadounidenses participar en la contratación pública anual, cuyo valor se estima en 30 billones de dólares.