El mayor recorte de impuestos al alcohol en décadas en Ontario entra en vigor este fin de semana, como parte del plan del gobierno provincial para reducir costos a productores locales, protegiéndolos, entre otras cosas, de las tarifas aplicadas por EEUU a Canadá.
Estos cambios, incluidos en el presupuesto provincial de 2025, contemplan alivios tributarios para licores, sidra y bebidas “listas para consumir” con un contenido alcohólico inferior al 7.1%. Las medidas incluyen una reducción del 50% en el impuesto básico sobre licores vendidos directamente en destilerías, 50% menos en los márgenes de ganancia de LCBO sobre la sidra, y recortes impositivos a las bebidas alcohólicas de bajo contenido. El presupuesto provincial incluye también 100 millones de dólares en 2025–26 y 155 millones en 2026–27 para apoyar estas reformas.
Se espera que los comercios minoristas de alcohol se beneficien significativamente de esta nueva política, que reducirá tanto los márgenes de ganancia de la LCBO como el impuesto básico a la cerveza para la cerveza elaborada en Ontario, además de expandir el Crédito Fiscal para pequeños empresarios del rubro. Según la asociación Ontario Craft Brewers, estos cambios “ayudarán al crecimiento del sector, generarán nuevos empleos y aumentarán la presencia de productos locales en tiendas y restaurantes”.
Entre las voces distintas se encuentra la asociación Ontario Craft Wineries, donde señalaron que la mayoría de las medidas anunciadas hoy no se aplican a los productores tradicionales de vino, quienes ya habían recibido otras formas de apoyo en años recientes. Entre ellas, la eliminación del impuesto básico al vino del 6.1 por ciento y modificaciones al Programa de Apoyo VQA.











