Rodrigo Díaz M.
La Unión Europea impuso el lunes a Meta una multa récord de 1.3 billones de dólares y le ordenó que dejara de transferir datos personales de sus usuarios al otro lado del Atlántico antes de octubre, en un caso que ha durado ya más de una década y que se desencadenó por el temor de Estados Unidos al espionaje cibernético.
La sanción de 1.2 billones de euros es la mayor desde que entró en vigor hace cinco años el estricto régimen de privacidad de datos de la UE, y supera la multa de 746 millones de euros impuesta a Amazon en el 2021 por violación de la protección de datos personales de usuarios.
Meta, que ya había advertido de que podría interrumpir los servicios a sus usuarios en Europa, prometió apelar y pedir a los tribunales que suspendan inmediatamente la decisión.
La empresa dijo que “no hay ninguna interrupción inmediata para Facebook en Europa”. La decisión se aplica a datos de usuarios como nombres, direcciones de correo electrónico e IP, mensajes, historial de visionado, datos de geolocalización y otra información que Meta y otros gigantes tecnológicos como Google utilizan para publicidad en línea dirigida.
“Esta decisión es errónea, injustificada y sienta un peligroso precedente para las innumerables empresas que transfieren datos entre la Unión Europea y Estados Unidos”, afirmaron en un comunicado Nick Clegg, presidente de asuntos globales de Meta, y Jennifer Newstead, directora jurídica.
Se trata de un giro más en una batalla legal que comenzó en el 2013, cuando el abogado austríaco y activista de la privacidad Max Schrems presentó una denuncia sobre el manejo de sus datos por parte de Facebook tras las revelaciones del excontratista de la Agencia de Seguridad Nacional Edward Snowden sobre la vigilancia electrónica por parte de las agencias de seguridad estadounidenses. Eso incluía la revelación de que Facebook dio a las agencias acceso a los datos personales de sus usuarios europeos.
La saga ha puesto de relieve el enfrentamiento entre Washington y Bruselas por las diferencias entre la estricta visión europea de la privacidad de los datos y el régimen comparativamente laxo de Estados Unidos, que carece de una ley federal de privacidad. La Unión Europea ha sido líder mundial en frenar el poder de las grandes tecnológicas con una serie de normativas que las obligan a vigilar más estrictamente sus plataformas y proteger la información personal de los usuarios.
El acuerdo sobre transferencia de datos entre la Unión europea y los Estados Unidos conocido como Escudo de la Privacidad, fue anulado en el 2020 por el Tribunal Supremo de la Unión Europea, que consideró que no protegía lo suficiente a los residentes de las intromisiones electrónicas del gobierno estadounidense. La decisión del lunes confirmó que otra herramienta para regular las transferencias de datos, los contratos legales de valores, tampoco era válida.
Bruselas y Washington firmaron el año pasado un acuerdo sobre un Escudo de la Privacidad revisado que podría utilizar Meta, pero el pacto está a la espera de una decisión de los funcionarios europeos sobre si protege adecuadamente la privacidad de los datos.
La empresa de redes sociales podría tener que llevar a cabo una costosa y compleja renovación de sus operaciones si finalmente se ve obligada a detener las transferencias. Meta tiene una flota de 21 centros de datos, según su sitio web, pero 17 de ellos están en Estados Unidos. Otros tres están en los países europeos de Dinamarca, Irlanda y Suecia. Otro está en Singapur.
Otros gigantes de las redes sociales se enfrentan a presiones sobre sus prácticas en materia de datos. TikTok ha intentado calmar los temores occidentales sobre los posibles riesgos de ciberseguridad de la aplicación de propiedad china para compartir vídeos cortos con un proyecto de 1.5 billones de dólares para almacenar los datos de los usuarios estadounidenses en servidores Oracle.