Rodrigo Díaz M.
Statistics Canada informó hoy que la tasa de inflación subió 0,7 puntos porcentuales, situándose ahora en el 4%, en gran parte porque los precios de la gasolina aumentaron anualmente por primera vez desde enero.
Sólo en agosto, los precios subieron un 4,6% y un 0,8% respecto a hace un año.
Aparte de la gasolina, los precios de otros artículos de primera necesidad, como los alimentos y el alojamiento, siguieron subiendo.
El costo por hogar aumentó un 6% hasta agosto, frente al 5,1% de julio. El alquiler fue uno de los principales factores, con un aumento promedio del 6,5% en todo el país.
Pero tampoco se abarató el precio de la vivienda en propiedad. Los costes de los intereses hipotecarios aumentaron otro 2,7% durante el mes, y ahora registran un incremento del 30,9% en el año hasta agosto. Esta cifra es superior al ya desorbitado 30,6% de julio.
Sin embargo, hubo una fuente de alivio comparable, procedente de un lugar inesperado: los anaqueles de los supermercados.
El precio de los alimentos comprados en las tiendas aumentó un 6,9% el año pasado. Aunque sigue siendo casi el doble de la tasa de inflación general, ha bajado desde los máximos recientes de más del 11%. También es el aumento anual más lento de la factura de la compra típica desde enero del 2022.
En agosto, concretamente, el precio de los alimentos bajó un 0,4% respecto a los precios de julio.
Si bien el aumento de la tasa de inflación general no era inesperado, no deja de ser una mala noticia para el Banco de Canadá, que recientemente puso en pausa su campaña de subidas de tasas de interés.