Rodrigo Díaz M.
Se ha iniciado las pruebas de un modelo de inteligencia artificial (IA) detecta inflamaciones del corazón que no aparecen en las tomografías computarizadas, que combinan rayos X y tecnología informática.
El proyecto piloto, que cuenta con el apoyo de NHS England, se está llevando a cabo en cinco hospitales de Oxford, Milton Keynes, Leicester, Liverpool y Wolverhampton. Se espera que en los próximos meses se tome una decisión sobre su uso en el NHS.
Caristo Diagnostics, empresa derivada de la Universidad de Oxford que ha desarrollado esta tecnología, afirma que ya está trabajando en su adaptación para prevenir accidentes cerebrovasculares y diabetes.
“Esta tecnología es transformadora y cambia las reglas del juego, porque por primera vez podemos detectar los procesos biológicos invisibles para el ojo humano que preceden a la aparición de estrechamientos y obstrucciones en el corazón”, declaró el profesor Keith Channon, de la Universidad de Oxford.
En el marco de este proyecto piloto, la plataforma CaRi-Heart AI de Caristo Diagnostics analiza el escáner de los pacientes que sufren dolor torácico y son remitidos a un TAC rutinario.
A continuación, un algoritmo que detecta la inflamación y la placa coronarias es evaluado por operadores formados para verificar su precisión.
Las investigaciones han demostrado que el aumento de la inflamación está relacionado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares e infartos mortales.
La Fundación Británica del Corazón (BHF) calcula que unos 7,6 millones de personas padecen cardiopatías en el Reino Unido y que el coste anual para el SNS en Inglaterra asciende a 7.4 billones de libras esterlinas, según datos del gobierno.
Según la BHF, unos 350 mil pacientes son remitidos cada año al Reino Unido para someterse a un TAC cardíaco.
El estudio Orfan (Oxford Risk Factors and Non-invasive imaging), en el que participaron 40 mil pacientes y publicado en la revista The Lancet, descubrió que el 80% de las personas eran devueltas a atención primaria sin un plan definido de prevención o tratamiento.
Centrándose en esa cohorte, los investigadores señalaron que si los pacientes presentaban inflamación en las arterias coronarias, tenían un riesgo entre 20 y 30 veces mayor de morir de un evento cardiaco en los 10 años siguientes.
El estudio, financiado por la BHF, descubrió que, gracias a la tecnología de IA, al 45% de esos pacientes se les prescribió medicación o se les animó a hacer cambios en su estilo de vida para prevenir el riesgo de futuros infartos.