Rodrigo Díaz M.
Según el FMI, es probable que la IA afecte a un 40% d ellos trabajos en el mundo y a una mayor proporción de puestos de trabajo (en torno al 60%) en las economías avanzadas. En la mitad de estos casos, los trabajadores pueden esperar beneficiarse de la integración de la IA, que mejorará su productividad.
En otros casos, la IA tendrá la capacidad de realizar tareas clave que actualmente ejecutan los humanos. Esto podría reducir la demanda de mano de obra, afectando a los salarios e incluso erradicando puestos de trabajo.
Mientras tanto, el FMI proyecta que la tecnología sólo afectará al 26% de los puestos de trabajo en los países de bajos ingresos.
Se hace eco de un informe de Goldman Sachs del 2023, que estimaba que la IA podría sustituir el equivalente a 300 millones de empleos a tiempo completo, pero afirmaba que también podría haber nuevos puestos de trabajo junto con un auge de la productividad.
En términos más generales, los trabajadores con mayores ingresos y más jóvenes pueden ver un aumento desproporcionado de sus salarios tras la adopción de la IA.
Los trabajadores de menores ingresos y de más edad podrían quedar rezagados, opina el FMI.
El análisis del FMI llega en un momento en que los líderes empresariales y políticos mundiales se reúnen en el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza).
La IA es un tema de debate, tras el aumento de popularidad de aplicaciones como ChatGPT.
La tecnología se enfrenta a una mayor regulación en todo el mundo. El mes pasado, funcionarios de la Unión Europea alcanzaron un acuerdo provisional sobre las primeras leyes integrales del mundo para regular el uso de la IA.
China ha introducido algunas de las primeras normativas nacionales del mundo sobre IA, que incluyen normas sobre cómo pueden desarrollarse e implantarse los algoritmos.
En octubre, el presidente de los Estados Unidos Joe Biden, firmó una orden ejecutiva que obliga a los desarrolladores a compartir con el gobierno estadounidense los resultados de seguridad relacionados con la IA.
Al mes siguiente, el Reino Unido acogió una Cumbre sobre Seguridad de la IA, en la que varios países firmaron una declaración sobre el desarrollo seguro de esta tecnología.