Rodrigo Díaz M.
El gigante bancario HSBC va a vender su suscursales en Argentina con una pérdida de más de un billón de dólares tras años de lucha contra la inestabilidad del tipo de cambio del país.
HSBC Argentina, que cuenta con más de 100 sucursales y 3.100 empleados, será adquirido por el Grupo Financiero Galicia, un importante grupo financiero privado.
La inflación anual en Argentina alcanzó el 276,2% el mes pasado, la más alta del mundo.
Hace cinco años, un dólar valía 43 pesos. Ahora vale más de 860 pesos.
HSBC lleva en Argentina desde 1997, cuando tomó el control total del Banco Roberts local y le cambió el nombre. Ese mismo año, se estableció en el vecino Brasil adquiriendo el banco Bamerindus, que estaba en crisis, lo que llevó a algunos observadores a hablar de su “implacable marcha hacia América Latina”.
HSBC sigue presente en Brasil, pero únicamente como banco de inversión: vendió sus operaciones de banca minorista en el 2015.
Otras operaciones en otras partes del mundo han sido vendidas en los últimos años a medida que el banco con sede en Londres ha pivotado para centrarse más en los mercados de más rápido crecimiento en Asia.
HSBC dijo que la venta de su negocio argentino, por 550 millones de dólares, le hará registrar una pérdida de más de un billón de dólares en sus resultados del primer trimestre de este año.
El tamaño de la pérdida podría variar por varias razones, incluyendo “la hiperinflación asociada y la conversión de divisas”, dijo HSBC el martes.
En los próximos 12 meses, el HSBC también reconocerá 4.9 billones de dólares en pérdidas por reservas históricas de conversión de divisas.
Esto se refiere a la pérdida que se acumula al trasladar el rendimiento financiero del negocio argentino, que se contabiliza en pesos, al balance general de HSBC, que se contabiliza en dólares estadounidenses.
“Estas pérdidas de reservas se han acumulado durante muchos años y surgen de la conversión acumulativa del valor contable de HSBC Argentina denominado en pesos argentinos a dólares estadounidenses”, dijo HSBC.
Sólo en el 2023, estas pérdidas aumentaron en 1.8 billones de dólares, añadió el banco.