Rodrigo Díaz M.
Mientras Canadá experimenta una devastadora temporada de incendios forestales, los investigadores advierten de que se prevé que estos aumenten en tamaño y frecuencia en los próximos años, lo que aumenta el riesgo de efectos adversos para la salud de las personas, incluidos los que viven en las ciudades.
Según un informe reciente, realizado por la Alianza Mundial por el Clima y la Salud, una organización compuesta por ONG de salud, organizaciones de profesionales de la salud y alianzas de salud y medio ambiente, Canadá podría ver un aumento del 75% en la ocurrencia de incendios forestales para el año 2100 si las emisiones de gases de efecto invernadero continúan en un rango medio.
Por ello, los investigadores afirman que el país debe estar preparado para afrontar los efectos a largo plazo de la exposición al humo de los incendios forestales.
El humo contiene una serie de contaminantes, como partículas, dióxido de carbono, óxidos de nitrógeno y compuestos orgánicos volátiles. Las partículas de los incendios forestales pueden ser más perjudiciales para la salud que la contaminación atmosférica por partículas urbanas”, afirma el informe.
En un estudio reciente sobre la exposición a la contaminación por partículas durante las temporadas de incendios forestales en la British Columbia, los efectos negativos en la salud del sistema respiratorio y cardiovascular eran observables en la primera hora de exposición a las partículas finas.
Otro estudio canadiense sobre los incendios de Yellowknife en 2014, encontró que los casos de asma se duplicaron y las prescripciones de salbutamol (utilizado para prevenir y tratar las sibilancias y la falta de aire) aumentaron aproximadamente un 50% en las farmacias comunitarias de las zonas afectadas por los incendios, en comparación con las zonas circundantes.
El informe de la Alianza Mundial por el Clima y la Salud también señala que se prevé que el riesgo de incendios forestales aumente en todo el mundo a medida que se intensifique el cambio climático, lo que traerá consigo olas de calor más frecuentes y de mayor duración, así como cambios en el régimen de lluvias que afectarán al crecimiento de la vegetación.
En el caso concreto de Canadá, los investigadores señalaron que se prevé que las regiones polares se calienten más rápidamente debido al cambio climático que las zonas situadas más cerca del ecuador.