Rodrigo Díaz M.
El premier de Ontario, Doug Ford, ha propuesto triplicar con creces el número de alcaldes que tienen los llamados poderes de “alcalde fuerte”, con el objetivo de añadir 169 municipios a la lista.
Los poderes del “alcalde fuerte” incluyen permitir a los presidentes de los consejos comunales proponer ordenanzas y aprobarlas con el apoyo de un tercio de los concejales, vetar ordenanzas y contratar y despedir a los jefes de departamento. Los críticos han clasificado dichos poderes y las facultados que estos generan como “anti democráticos”.
Estos poderes fueron otorgados por primera vez a los alcaldes de Toronto y Ottawa a finales del 2022, y desde entonces han sido expedidos a varios otros municipios, hasta llegar a la lista actual de 47.
Según el gobierno de Ontario, la expansión de los poderes a más municipios de la provincia ayudará a reducir los obstáculos a la construcción de viviendas y agilizará la gobernanza local que, según las autoridades, requieren demasiados procesos burocráticos.
Todo esto se produce luego de que determinara que Ontario, de nuevo, está por detrás del ritmo necesario para cumplir su objetivo de construir 1,5 millones de viviendas en los próximos 10 años. Esta no es la primera vez que Ontario ha revelado que está por detrás de su objetivo de construcción de viviendas.
Entre los usos más destacados de los poderes de los “alcaldes fuertes” hasta ahora incluyen el caso de la alcaldesa de Hamilton, Andrea Horwath, que utilizó los poderes para promover una urbanización de viviendas asequibles en dos aparcamientos municipales, y a la entonces alcaldesa de Mississauga, Bonnie Crombie, ahora líder liberal de Ontario, que los utilizó a favor de la construcción de viviendas cuádruplex.
Todo esto todavía es una propuesta, la cual estará abierta a comentarios en el registro regulador de la provincia.
El gobierno tiene la intención de que la expansión de los poderes del “alcalde fuerte” entren en vigor a partir del 1 de mayo.