Rodrigo Díaz M.
El gobierno de los Estados Unidos ha destinado 42 millones de dólares a impulsar el desarrollo del estándar 5G Open RAN (O-RAN), que permitiría a los proveedores de servicios inalámbricos combinar hardware y software celular, abriendo un mercado más amplio para equipos de terceros más baratos e interoperables.
La subvención de la Administración Nacional de Telecomunicaciones e Información (NTIA) crearía un centro de pruebas O-RAN en Dallas para demostrar la viabilidad de la norma y evitar así que Huawei se convierta en un monopolio mundial del hardware de redes celulares.
El presidente mundial de redes y tecnología de Verizon, Joe Russo, promovió la financiación como una forma de lograr “una innovación más rápida en un entorno abierto”. Para lograr los objetivos de la norma, el vicepresidente de tecnología RAN de AT&T, Robert Soni, afirma que AT&T y Verizon han formado el Consorcio para la Aceleración de la Compatibilidad y la Comercialización de Despliegues RAN Abiertos ACCoRD, que incluye a un grupo de empresas de tecnología inalámbrica como Ericsson, Nokia, Samsung, Dell, Intel, Broadcom y Rakuten.
El operador inalámbrico japonés Rakuten constituyó la primera red O-RAN en el 2020. El entonces consejero delegado de la empresa, Tareq Amin, dijo que Open RAN permitiría construir redes de bajo coste utilizando equipos más pequeños en lugar de torres masivas, lo que ha sido durante mucho tiempo parte de la promesa de 5G.
Pero O-RAN es mucho más que eso: establecer la interoperabilidad significa que empresas como Verizon y AT&T no se verán obligadas a comprar todo su hardware a una sola empresa para crear una red funcional. Para el resto de nosotros, eso significa construcciones más rápidas y “redes más ágiles”, según Rakuten.
En Estados Unidos, Dish ha estado trabajando en su propia red O-RAN, bajo el nombre de Proyecto Génesis. La red 5G era inestable y poco fiable cuando Mitchell Clarke, antiguo empleado de Verge, la probó en Las Vegas en el 2022, pero la empresa declaró en junio del año pasado que había alcanzado su objetivo de cubrir el 70% de la población estadounidense.
Sin embargo, Dish ha luchado por convertirse en el próximo gran proveedor de telefonía móvil de los Estados Unidos, lo que llevó a la empresa de comunicaciones por satélite EchoStar, que se escindió de Dish en 2008, a comprar la compañía en enero.
Todo esto se suma a un frente unido contra el dominio de Huawei de la infraestructura y los equipos celulares mundiales.