Rodrigo Díaz M.
Autoridades del gobierno federal anunciaron que las empresas automotrices que continúen fabricando vehículos en Canadá obtendrán una exención de los contra aranceles de represalia que desde Ottawa han activado en respuesta a la embestida arancelaria de Donald Trump.
Fue el ministro federal de finanzas, François-Philippe Champagne, quien anunció este nuevo incentivo que permitirá a los fabricantes de automóviles importar un número determinado de vehículos ensamblados en Estados Unidos, solo aquellos que cumplan con el Acuerdo Comercial entre Canadá, Estados Unidos y México, sin tener que pagar los contra aranceles impuestos por el gobierno canadiense.
La condición a este incentivo es que el número de vehículos libres de aranceles que una empresa puede importar se reducirá si hay recortes en la producción o la inversión actual en Canadá.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, impuso aranceles de hasta el 25% a todas las importaciones de automóviles a Estados Unidos el pasado 3 de abril, pero ordenó una exención parcial para los vehículos fabricados en el marco del pacto comercial continental, conocido como CUSMA.
En respuesta a esto, desde el gobierno federal impusieron aranceles similares a los vehículos fabricados en los Estados Unidos e importados por Canadá.
Los aranceles sobre las importaciones de piezas de automóviles a Estados Unidos, que ya han sido retrasado hasta en dos ocasiones, deben entrar en vigor este 3 de mayo, pero expertos han afirmado que es muy probable que esta fecha vuelva a ser aplazada.
Los aranceles de Trump han sido un golpe muy duro para el sector automovilístico norteamericano. Dos plantas de ensamblaje de vehículos ya han anunciado que cesarán actividades temporalmente y tendrán que despedir a cientos de trabajadores. También se espera que los aranceles provoquen un aumento significativo de los precios para adquirir un automóvil.
Las industrias automovilísticas canadiense y estadounidense formaron una alianza de integración de forma oficial en 1965, con el acuerdo comercial del Pacto del Automóvil.
Tras más de 20 años, México se incorporó a la industria continental en la década de 1990 con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Este fue modificado durante la primera administración de Trump y sustituido por el CUSMA, que reforzó las protecciones para el sector automovilístico.