Enviroment Canada afirma que es posible que nuevos frentes de mal tiempo lleguen antes del término del verano.
Por Raúl A. Pinto
Una ola de nieve, viento y frío se desató esta mañana sobre la ciudad de Toronto y sus alrededores, y se estima que al terminar la tormenta tendremos un acumulado de entre 15 y 25 cm de nieve en el sur de Ontario.
Los distritos escolares públicos y católicos de Toronto fueron cerrados por primera vez en febrero desde el año 2011, al igual que aquellos pertenecientes a las regiones de Peel y Halton.
Durante esta madrugada, las calles se encontraban aun relativamente despejadas, causando un poco de confusión entre aquellas personas que no se decidían entre cambiar o no sus horarios de trabajo o el de sus hijos para este día. Sin embargo, a las 8 de la mañana la tormenta azotó a las ciudades de las regiones mencionadas. CBC News informó que vientos de hasta 50 km por hora se registraron a esa hora del día.
El oficial de la policía de Toronto Brett Moore comentó a dicho medios que, tal como ocurre ante cada emergencia, se recomendaba al público mantenerse en casa de ser posible.
“Sabemos que podríamos encontrar un alto número de objetos pesados volando, como rejas de casas, además de un incremento en los accidentes de tránsito”, dijo Moore.
Junto con esto, las bajas temperaturas aumentan los riesgos durante y después de la tormenta, tanto para conductores, como para peatones quienes podrían enfrentar resbalones al caminar y manejar por calles y veredas que no hayan sido limpiadas a tiempo.
La oficina meteorológica Enviroment Canada dijo que era altamente posible que nuevas tormentas se desarrollaran en lo que queda del invierno.