Por Raúl A. Pinto
El Papa Francisco I marcó su recorrido por Chile pidiendo perdón por las víctimas de los abusos sexuales contra menores por parte de sacerdotes católicos. En palabras emotivas, comentó la tristeza que estos hechos le causan.
“No puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza que siento ante el daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la Iglesia. Es justo pedir perdón y apoyar con todas las fuerzas a las víctimas, al mismo tiempo que hemos de empeñarnos para que no se vuelva a repetir”, dijo Francisco I.
El desafío chileno.
Según El País, de España, Jorge Bergoglio, nombre real del máximo líder de la Iglesia Católica, llega a Chile enfrentando el desafío de recorrer uno de los países con menos creyentes de esa fe de todo Latinoamérica, que llega a un alarmante 44%. El medio señala que la principal competencia no es el crecimiento del protestantismo (llamados “evangélicos”,) quienes representan un 16,4% de los chilenos. El principal factor para la baja de los católicos en Chile es el secularismo, donde un 38% se declara ateo o no siguiendo creencia alguna. En contraste, Paraguay tiene un 89% de católicos, México un 80% y Perú, el destino siguiente del Papa, un sólido 73%.
Parte importante de estos datos son influenciados por la enorme desigualdad de la nación latina más estable de la región, los temas sin resolver de los aborígenes chilenos, y por sobre todo, los escándalos de la iglesia a los que el Papa hizo alusión este martes. Uno de los casos más emblemáticos es el de Fernando Karadima, sacerdote de una de las iglesias más pudientes de Santiago, la capital chilena, y por muchos años el guía espiritual de gran parte de la derecha más recalcitrante de la nación andina. Luego que Karadima fuera condenado a “una vida de oración” y su causa prescribiera en la justicia chilena, la popularidad que Francisco I encontró en el mundo por su actitud abierta y su búsqueda de la justicia no fue suficiente en Chile tras nombrar Obispo de la ciudad sureña de Osorno a Juan Barros.
Toronto Star informó que Barros ha sido sindicado por las víctimas de Karadima como el principal encubridor de sacerdote, con pleno conocimiento de las denuncias en su contra, y no sólo no actuó rápidamente, sino además entorpeció el papeleo de las acusaciones.
De todos modos, Francisco I ha sido recibido por cientos de miles de chilenos que se congregaron en el calor intenso del verano del hemisferio sur, quienes han seguido su trayectoria desde el Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez hasta la sede de gobierno, el Palacio La Moneda, donde fue recibido por la Presidenta Michelle Bachelet. Posteriormente, el Papa realizó una multitudinaria misa en el Parque O’Higgins, donde se esperaba una audiencia de 400 mil personas. El miércoles se espera que el Sumo Pontífice visite la ciudad de Temuco, donde se reunirá con representantes mapuche, para luego volver a Santiago a una misa con jóvenes en el Templo Votivo de Maipú, para finalmente emprender rumbo a la ciudad nortina de Iquique y desde ahí a Perú.