El primer ministro canadiense, Mark Carney, se reunirá este martes en Washington con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en un contexto marcado por una prolongada “guerra comercial” y un acuerdo de seguridad y economía aún pendiente entre ambos países.
En un panel formado para el programa de televisión “Power Play”, La ex-embajadora de Estados Unidos en Canadá, Kelly Craft, advirtió que Carney debe llegar preparado a la cita y señaló que “el peso recae sobre él” para identificar qué concesiones han hecho otros países que lograron acuerdos con Trump. Craft, que también representó a Washington ante Naciones Unidas en el pasado, sostuvo que las reuniones cara a cara con el presidente suelen generar mejores resultados que otros canales de comunicación, y destacó que la estrategia de aranceles ha llevado a otros países a realizar compromisos adicionales en materia económica y de defensa.
“Estoy segura que el primer ministro Carney entiende que debe ir preparado y que los aranceles de represalia no son el camino. Ciertamente no se puede intentar competir con el presidente Trump, porque perderás” dijo Craft.
Por su parte, el exembajador canadiense en Washington, David MacNaughton, afirmó que Carney debería buscar la reducción sustancial o la eliminación de los aranceles al acero y aluminio aplicados bajo la Sección 232, recordando que Canadá no constituye una amenaza de seguridad para Estados Unidos. Aunque pidió cautela sobre los posibles resultados del encuentro, aseguró que mantener el diálogo directo con Trump es fundamental. Fuentes oficiales canadienses señalaron que hay “optimismo cauteloso” respecto a avances en este frente, mientras que Trump reiteró públicamente que los aranceles son clave para la economía estadounidense y un instrumento de poder en la política internacional.
Desde febrero, la Casa Blanca ha impuesto amplios aranceles a productos canadienses, inicialmente justificados bajo argumentos de seguridad fronteriza y luego concentrados en sectores como acero, aluminio, cobre y automóviles. Canadá respondió con contramedidas, pero en agosto Carney anunció la eliminación de muchos de esos aranceles para bienes cubiertos por el acuerdo CUSMA, en un intento de reducir tensiones.












