Rodrigo Díaz M.
Había dudas sobre si sobreviviría tras pasar semanas hospitalizado en Milán, pero el Papa Francisco parece haberse recuperado.
Muestra de esto es que este fin de semana realizó su primera aparición pública desde mediado de febrero, cuando fue hospitalizado por un grave ataque de neumonía.
Durante las seis semanas que pasó hospitalizado, el cuadro médico del Papa Francisco empeoraba y luego mejoraba. Se llegó a reportar que el pontífice habría tenido que sufrir un caso de neumonía doble luego de que, aparentemente, su caso original de neumonía parecía mejorar.
Después de que fuese dado de alta, el pasado 23 marzo, los médicos que le atendieron revelaron que, en algunos de los momentos críticos de su estadía, se consideró la posibilidad de cortarle el suministro de oxígeno, pues el Papa estaba sufriendo mucho y no se esperaba su recuperación, la que ahora categorizan de “milagro”.
El pontífice de 88 años se presentó de sorpresa en la Plaza de San Pedro en una silla de ruedas durante una misa jubilar especial para los enfermos y los trabajadores de la salud el domingo.
A pesar de haberse recuperado el pontífice llevaba tubos nasales para recibir oxígeno suplementario que, según el Vaticano, solo será una medida temporal hasta que se recupere totalmente.
Luego de culminada la misa, el Papa saludó a algunos de los que habían asistido al servicio, muchos de los cuales se inclinaron para besarle las manos.
El Papa Francisco acababa de completar dos semanas de al menos dos meses de reposo ordenado por el médico tras ser dado de alta, mientras continúa con la fisioterapia, la terapia respiratoria y del habla, así como el tratamiento para una infección pulmonar persistente.
El pontífice instó a los fieles que le escuchaban a no apartar a las personas vulnerables de sus vidas. En la tradicional bendición dominical, ofreció oraciones por los médicos, enfermeras y trabajadores de la salud.