El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, vinculó públicamente, sin ninguna prueba al respecto, la causa del trastorno del espectro autista (TEA, o ASD en inglés) con el uso de acetaminofén (tylenol o paracetamol) durante el embarazo y afirmó que la oficina regulatoria de su país comenzará a notificar a los médicos para que adviertan a sus pacientes.
La declaración se produjo tras adelantar que haría un anuncio en un acto en la Casa Blanca. Hasta ahora, no existen pruebas que demuestren una relación causal entre el acetaminofén (ingrediente activo de Tylenol o Paracetamol) y el trastorno del espectro autista.
El autismo es un trastorno del neurodesarrollo de por vida que la ciencia actual atribute a un amplio rango de manifestaciones. En Canadá, su prevalencia ronda el 2 por ciento en niños y jóvenes, según la Agencia de Salud Pública. La evidencia científica indica que la base del autismo es mayoritariamente genética, con la posible participación de múltiples factores biológicos y ambientales.
La Sociedad de Obstetras y Ginecólogos de Canadá reiteró recientemente que el acetaminofén sigue siendo una opción de primera línea para tratar fiebre y dolor durante el embarazo cuando se usa a dosis recomendadas y por el menor tiempo necesario, y recordó que la fiebre no tratada en el primer trimestre se asocia con riesgos como aborto espontáneo y parto prematuro.
Una investigación en Suecia con más de dos millones de niños, que comparó hermanos expuestos y no expuestos al acetaminofén en distintos embarazos, observó que las asociaciones estadísticas desaparecían al controlar por factores familiares, lo que sugiere influencias genéticas o de contexto, y no respecto al medicamento.
Los organismos profesionales en Canadá y Estados Unidos recomiendan seguir las indicaciones del etiquetado y consultar al médico en caso de dolor o fiebre durante el embarazo mientras continúan las evaluaciones científicas sobre seguridad y eficacia.











