Por Kintto Lucas
Lo primero que hizo Moreno cuando los resultados oficiales le aseguraron su victoria, fue expresar su voluntad de tender puentes con diversos movimientos sociales que apoyaron a Correa y luego se distanciaron durante su década de gobierno.
Ya durante la campaña, Moreno, vicepresidente entre 2007 y 2013, señaló algunos cambios de estilo y contenido en relación a Correa y remarcó la necesidad de reformas en las áreas de educación y agricultura, cuando inicie su cuatrienio, el 24 de mayo.
Moreno, del gobernante e izquierdista partido Movimiento Alianza País, obtuvo 51,16 por ciento de los votos válidos, mientras el aspirante de conglomerado del derechista Suma-Creo, Guillermo Lasso, logró 48,84, según confirmó la autoridad electoral. Pero aún Lasso no ha reconocido su derrota.
Si bien el futuro gobernante tendrá mayoría en la legislativa y unicameral Asamblea Nacional, la reñida elección le lleva a tratar de conformar una alianza político-social de respaldo que vaya más allá de los sectores que votaron por él.
En ese sentido, el llamado al movimiento indígena, de mujeres y otros sectores políticos y sociales expresa también la necesidad de consolidar una base social quebrantada, sobre todo en la Sierra ecuatoriana y en particular en zonas indígenas.
En las localidades indígenas, el derrotado Lasso obtuvo una mayor votación, lo que expresa el distanciamiento entre buena parte de ese movimiento social y el gobierno saliente.
El analista político Xavier Flores señaló que pensando en el futuro es necesario realizar un trabajo a nivel agrario en la región de la Sierra y sobre todo recomponer las relaciones con el movimiento indígena.
El presidente electo triunfó en las provincias de la Costa ecuatoriana, pero pierde en casi todas las provincias serranas (andina) y en la capital, otrora reducto de la izquierda y bastión de la Revolución Ciudadana con la que Correa cambió la faz de este país sudamericano.
El dirigente de Alianza País, Álvaro Sáenz, por su parte, coincidió en la necesidad de construir una base social más amplia para enfrentar los futuros ataques de la derecha.
Para Sáenz las movilizaciones de los partidarios de Lasso, desconociendo el resultado electoral, muestran cómo será la actuación de sectores de la derecha en el futuro, y asegura que para enfrentarla se requiere una importante cohesión social de apoyo al nuevo gobierno.
Moreno sufre la inmovilidad de sus piernas debido a un asalto que sufrió en 1998 cuando recibió un disparo. Así que será el primer presidente en silla de ruedas desde el estadounidense Franklin Delano Roosevelt y ha sido un activista a favor de la inclusión social de los discapacitados a nivel mundial.
Tras dejar la vicepresidencia, fue enviado especial del secretario general de las Naciones Unidas sobre Discapacidad y Accesibilidad, con sede en Ginebra, hasta que regresó al país para comenzar la campaña.
Entonces, recordó tras su triunfo electoral, dijo que venía con la mano tendida y así seguirá como presidente.
“Habrá desacuerdos, según las circunstancias de los diálogos. Pero siempre con generosidad en el corazón y el espíritu nosotros podemos ponernos de acuerdo”, expresó.
Correa deja el gobierno con una popularidad superior a 50 por ciento, obtuvo una victoria en el referendo sobre paraísos fiscales que se realizó en forma paralela a la primera vuelta, los candidatos de su partido obtuvieron una mayoría parlamentaria y su binomio presidencial ganó la segunda vuelta.
A pesar del margen estrecho de la victoria de ese binomio y de haber logrado menos legisladores que los actuales, se retira con una imagen política en alza y de triunfador, lo que no ha logrado ningún presidente desde el retorno a la democracia en 1979.
Sin embargo, su distanciamiento con el movimiento indígena tuvo repercusiones negativas en algunas zonas donde perdió Moreno.
Si bien Correa mantendrá un fuerte posicionamiento político, parece indudable que Moreno no permitirá que interfiera en el su gobierno, al que pretende darle su impronta personal.
Para Jimmy Jairala, prefecto (gobernador provincial) de la provincia del Guayas, la más poblada y cuya capital es Guayaquil, el triunfo de Moreno abre un periodo distinto en el que hay que promover la unidad.
Jairala fue aliado de Correa pero se distanció y, en la primera vuelta, el 19 de febrero, apoyó a Paco Moncayo, quien atrajo a sectores de izquierda y centroizquierda críticos con el gobierno. Pero en el balotaje respaldo a Moreno.
“Vivimos 10 años de cambios importantes, con aciertos y errores, pero con muchas confrontaciones. Fue una etapa que ya pasó. Estamos en un segundo período. No podemos cegarnos, estamos con un país polarizado y para esa polarización el único catalizador que hay se llama Lenín Moreno”, argumentó.
Desde el continuismo, el nuevo presidente Lenín Moreno busca tender puentes en Ecuador
Comments