Rodrigo Díaz M.
Los costos de construcción de viviendas en Canadá se han disparado desde el inicio de la pandemia del COVID-19, según muestra un nuevo informe de RBC, justo cuando el país intenta aumentar agresivamente la oferta de viviendas en medio de una población en crecimiento.
Los costes de la construcción residencial han aumentado un 51% desde el primer trimestre del 2020, según el informe publicado por los economistas del RBC Robert Hogue y Rachel Battaglia.
Los autores señalan que esto supera con creces el índice general de precios al consumo, que subió un 13% en el mismo periodo. Los materiales de construcción, como el cemento y el acero estructural, han subido un 55% y un 53%, respectivamente, en ese periodo.
Según el informe, no se trata sólo de un problema de materiales: los costos de transporte y combustible también han subido, mientras que la escasez de mano de obra está elevando los costes salariales del sector por encima de los de otras industrias.
Las tasas de urbanización impuestas por los ayuntamientos también se suman a la carga, con un aumento de hasta el 30% el año pasado para las viviendas unifamiliares y adosadas, señala el informe.
Los economistas prevén una desaceleración de la construcción en Canadá, ya que las tasas de interés más altas pesan sobre la demanda de nuevas viviendas y contribuyen al coste de la edificación. RBC prevé que un descenso del 10% en la construcción de viviendas en el 2023 reducirá la demanda de materiales y aliviará ligeramente la presión sobre el sector.
Pero los gobiernos canadienses están fijando objetivos agresivos para aumentar el parque de viviendas en el país con el fin de acomodar el esperado crecimiento de la población ligado a la inmigración.
Canadá registró un récord de recién llegados en el primer trimestre del 2023, lo que impulsó la producción económica pero aumentó la competencia por el limitado inventario de viviendas del país.
El gobierno federal publicó en otoño nuevos objetivos de inmigración que permitirán a Canadá acoger a 500 mil inmigrantes al año de aquí al 2025.
“Se necesitan más viviendas iniciadas para lograr una expansión muy necesaria de la oferta de viviendas. Pero esto disparará la demanda de materiales, lo que volverá a presionar al alza los costos”, dice el informe.
Los autores afirman que el aumento de los costos de construcción dificultará la construcción de más viviendas en la próxima década. Según el informe, Canadá amenaza con alcanzar límites de capacidad para materiales como el cemento, mientras que el suministro de madera se verá afectado por las previsiones de incendios forestales más frecuentes.
El informe sostiene que los gobiernos canadienses tendrán que hacer frente a la escasez de materiales y mano de obra en el sector de la construcción manteniendo “una política acorde con el objetivo más amplio de mejorar la asequibilidad de la vivienda”, pero no ofrece sugerencias concretas.