Rodrigo Díaz M.
Han pasado cinco años desde que Barry y Honey Sherman fueron asesinados y, aparte de un misterioso sospechoso, la policía no ha revelado ninguna información adicional en este doble asesinato de alto perfil.
Barry Sherman era el fundador de la empresa farmacéutica de genéricos Apotex, y tanto él como su esposa eran filántropos y miembros conocidos de la sociedad de Toronto. Sus muertes conmocionaron a la comunidad y la investigación posterior despertó un gran interés público.
Ambos fueron hallados muertos en el interior de su mansión de North York, en la zona de Bayview Avenue y la Highway 401, el 15 de diciembre de 2017. La pareja fue escenificada en posición sentada colgando de cinturones junto a su piscina cubierta.
Los resultados de la autopsia mostraron que murieron por “compresión del cuello por ligadura”. La policía determinó que no había signos visibles de un robo en la casa y originalmente dictaminó que el caso tenía pinta de suicidio.
En enero de 2018, los detectives de homicidios determinaron que se trataba de un doble asesinato y que la pareja había sido atacada. Los investigadores creen que fueron asesinados el 13 de diciembre, dos días antes de que se descubrieran los cadáveres.
El año pasado, los investigadores anunciaron que habían identificado a un sospechoso de los asesinatos a través de los videos de cámaras de seguridad. En aquel momento, la policía dijo que había revisado horas de vídeo y había podido excluir como sospechosos a todos los que aparecían en los vídeos, excepto a una persona.
Esa persona aún no ha sido identificada.
En los días previos al quinto aniversario, una de las hijas de la pareja multimillonaria hizo público un comunicado en el que reiteraba su llamamiento a cualquier persona que dispusiera de información sobre los asesinatos.
En el comunicado publicado la semana pasada, Alex Krawczyk afirma que su familia no ha podido cerrar el caso desde que sus padres fueron hallados muertos hace cinco años.
“Si tiene alguna información sobre los asesinatos de mis padres, le ruego que se ponga en contacto con el Servicio de Policía de Toronto”, escribió Krawczyk. “La recompensa de 10 millones de dólares por información que conduzca a una condena sigue disponible y aún no ha sido reclamada”.
El único hijo de la pareja, Jonathon, está contribuyendo con otros 25 millones de dólares a la recompensa por información que conduzca a una detención y condena, lo que eleva el total a 35 millones de dólares.
“La forma horrible en que nos los arrebataron ha sido extremadamente traumática y ha dañado irreparablemente el tejido de nuestra comunidad”, declaró Krawczyk.
Además de ofrecer una recompensa económica por cualquier información, la familia también ha contratado a su propio equipo de detectives privados para investigar el doble homicidio.