Rodrigo Díaz M.
Las emisiones de gases de efecto invernadero de Canadá aumentaron en el 2022, al recuperarse la economía de la ralentización provocada por la pandemia, según las nuevas cifras publicadas por el gobierno federal.
Los nuevos datos del Informe del Inventario Nacional muestran que las emisiones alcanzaron las 708 megatoneladas en ese año, frente a las 698 megatoneladas del 2021.
Pero el ministro de Medio Ambiente, Steven Guilbeault, dijo que las cifras del 2022 son una señal de que las políticas climáticas de su gobierno están funcionando, con los totales de emisiones más bajos en 25 años, aparte de los años de pandemia.
El informe anual se presenta a las Naciones Unidas y detalla los progresos de Canadá en su plan de reducción de emisiones.
El sector del petróleo y el gas volvió a ser la mayor fuente de emisiones de Canadá en el 2022, con algo más del 30% del total.
Las emisiones relacionadas con el sector del transporte ocuparon el segundo lugar, mientras que las emisiones producidas por la fabricación de electricidad a medida que el país se ha ido alejando de las centrales de carbón.
Patrick Bonin, responsable de la campaña climática de Greenpeace Canadá, dijo que se esperaba un aumento de las emisiones dada la bonanza económica, y que “la buena noticia es que el repunte es menor de lo esperado”.
Bonin afirmó que las cifras demuestran que las normativas destinadas a reducir las emisiones han sido eficaces. Un eslabón que falta en el plan climático actual es un límite a las emisiones del sector del petróleo y el gas, dijo.
“El gobierno federal debe actuar con rapidez para poner en marcha el tan demorado límite de emisiones en este sector”, añadió Nichole Dusyk, asesora política del Instituto Internacional de Desarrollo Sostenible.
El pasado diciembre, el gobierno liberal se comprometió a limitar las emisiones de la industria del petróleo y el gas, pero no antes del 2026. En los próximos meses se esperan más detalles sobre el plan y su calendario preciso.
El gobierno liberal se ha comprometido a reducir las emisiones un 40% por debajo de los niveles del 2005 para el 2030. Ese plan prevé una reducción del 20% de las emisiones respecto a los niveles del 2005 para el 2026, hasta 586 megatoneladas.