Rodrigo Díaz M.
El gobierno canadiense está en “alerta máxima” ante los ciberataques provenientes Rusia y otros países, en un entorno de amenazas globales que sigue sacudiendo los cimientos del orden internacional posterior a la Segunda Guerra Mundial.
El ministro de seguridad pública, Marco Mendicino, hizo esta advertencia durante una comparecencia en la comisión de seguridad pública de la Cámara de los Comunes y aseguró a los miembros de la comisión que la amenaza no sólo afecta al gobierno federal, sino también a las provincias y a las infraestructuras críticas.
“No puedo dejar de insistir en la importancia de que, en el actual entorno geopolítico en el que nos encontramos, estemos muy atentos a posibles ataques de agentes estatales hostiles como Rusia”, dijo Mendicino.
El ministro describió esos ataques como potenciales en forma de ciberataques y ransomware “que buscan identificar objetivos potencialmente valiosos para los intereses canadienses, como las infraestructuras críticas, pero también objetivos subnacionales, diferentes órdenes de gobierno, diferentes sectores de la economía”.
Sus comentarios se producen mientras la comisión estudia la naturaleza de las amenazas que Rusia plantea a Canadá.
Dichas amenazas se han agudizado en los últimos meses tras la sangrienta y no provocada invasión rusa a Ucrania, una democracia soberana, durante la cual el Kremlin y sus asociados han también atacado las infraestructuras ucranianas mediante ciberataques.
Global Affairs Canada también sufrió un ciberataque en enero, justo cuando las tensiones con Rusia por el temor a una inminente invasión alcanzaban su punto álgido.
Según la actual legislación canadiense, las empresas o los proveedores de servicios no están obligados a informar si son objeto de un ciberataque, incluido el ransomware.
Mendicino dijo que eso podría cambiar.
“Creo absolutamente que es algo que debemos considerar, sin duda alguna. Es una opción que estamos considerando muy cuidadosamente”.
Las infraestructuras críticas y los gobiernos canadienses han sufrido repetidos ciberataques en los últimos años. Entre ellos se encuentran el Hospital Humber River de Toronto, la TTC, el productor de carne de vacuno JBS Canada, las oficinas de la ciudad de Saint John en New Brunswick, y múltiples otros municipios y ciudades a nivel nacional.