El Vaticano retornó 62 artefactos a pueblos indígenas de Canadá, en un gesto histórico que forma parte de un proceso más amplio de reconocimiento del papel de la Iglesia católica en la supresión de culturas indígenas durante la época colonial. Las piezas, entre ellas un emblemático kayak inuit, fueron entregadas por el papa León XIV a la Conferencia Canadiense de Obispos Católicos, que ahora deberá coordinar su retorno a las comunidades originarias. Los objetos pertenecían a la colección etnográfica Anima Mundi, un conjunto de piezas que llegaron a Roma en 1925 y cuya procedencia ha sido cuestionada durante años debido a los fuertes desequilibrios de poder entre misioneros y comunidades indígenas.
La devolución ocurre dos años después de que líderes indígenas viajaran al Vaticano para recibir la disculpa del papa Francisco por el rol de la Iglesia en el sistema de escuelas residenciales en Canadá. Durante esa visita, las delegaciones pudieron ver varias piezas de la colección, incluidos cinturones wampum, máscaras y objetos ceremoniales, y solicitaron formalmente su regreso. Desde entonces, las negociaciones se aceleraron y el Vaticano declaró que la restitución se hace como un gesto de respeto e intercambio, comprometiéndose además a que el resguardo y decisiones finales sobre los artefactos queden en manos de las propias comunidades.
Los objetos serán trasladados primero al Museo Canadiense de Historia, en Gatineau, donde especialistas trabajarán con representantes indígenas para identificar el origen exacto de cada pieza y definir su destino final. Para el gobierno canadiense y las comunidades indígenas, la devolución constituye un paso significativo hacia la reconciliación y se suma a otros gestos recientes, como la repudiación por parte del Vaticano de la llamada Doctrina del Descubrimiento en 2023. Según la Santa Sede, esta restitución cierra un ciclo iniciado con el reconocimiento formal de los abusos cometidos en el pasado y abre un camino hacia una relación más justa con los pueblos originarios.
