Un juez de Burlington, Ontario, dictaminó que un hombre acusado de difundir una imagen falsa con desnudos de su esposa no cometió un delito según el Código Penal canadiense, evidenciando una laguna legal frente al uso de “deepfakes”.
El juez Brian Puddington explicó que, aunque el acto fue “moralmente reprobable y obsceno”, la ley actual solo penaliza la difusión de imágenes íntimas reales, no aquellas manipuladas digitalmente. En este caso, la fotografía mostraba el rostro de la víctima montado sobre el cuerpo desnudo de otra persona, lo que impidió que se considerara una “imagen íntima” según la definición vigente.
Expertos en derecho digital, como la profesora Andrea Slane de Ontario Tech University, advirtieron que el fallo deja claro que la legislación canadiense necesita una actualización urgente para responder a la expansión de imágenes generadas con inteligencia artificial. Slane señaló que el vacío legal fue advertido hace años, y que el Parlamento debería retomar las reformas propuestas en el fallido Online Harms Act, que incluía penalizaciones específicas para los “deepfakes” sexuales distribuidos sin consentimiento.
El gobierno federal confirmó que trabaja en una nueva ley para criminalizar la difusión no consentida de imágenes sexuales falsas, junto con medidas para fortalecer la protección contra la explotación y la extorsión en línea. Aunque no se estableció un calendario, el Ministerio de Justicia indicó que la iniciativa es una prioridad y que habrá consultas antes de su presentación. Especialistas como Emily Laidlaw, de la Universidad de Calgary, sostienen que además del cambio penal, Canadá necesita una comisión de seguridad digital que obligue a las plataformas a eliminar rápidamente este tipo de contenido.











