Más de 1,449 casos de sarampión en Alberta durante el 2025 y casi 2300 en Ontario desde octubre del 2024 han causado alarma en estas provincias y en Canadá.
La mayoría de las infecciones se han dado en niños menores de cinco años y jóvenes entre los 5 y 17 años que no están vacunados. En Ontario, aunque la región de Southwestern Public Health, el área más afectada de la provincia no reportó nuevos casos la semana pasada, el brote general sigue activo. En los últimos siete días se registraron 22 nuevos casos, incluidos en Middlesex-London, Huron Perth, Grand Erie y Chatham-Kent.
El aumento está vinculado a la falta de vacunación por parte de padres o tutores de los menores contagiados, y a la rápida propagación de este virus, que se transmite por la tos, los estornudos e incluso al respirar. El sarampión puede permanecer en el aire hasta dos horas después de que una persona infectada haya abandonado el lugar. Alberta continúa reportando transmisión elevada en sus zonas norte, sur y central, donde las autoridades creen que algunos casos ni siquiera han sido detectados. Ambas provincias han emitido avisos regionales y monitorean activamente sitios de exposición pública.
Las autoridades de salud pública enfatizan que la mejor protección contra el sarampión es la vacunación. Una dosis de la vacuna que contiene sarampión ofrece entre un 85 % y un 95 % de protección, mientras que dos dosis brindan una inmunidad casi completa. Las vacunas son gratuitas y están disponibles en los centros de salud pública tanto en Alberta como en Ontario. A quienes no estén seguros de su historial de inmunización (especialmente adultos nacidos después de 1970 o personas que estudian, trabajan en salud o viajan con frecuencia), se les recomienda verificar sus registros y vacunarse si es necesario. Alberta Health y Public Health Ontario continúan con el rastreo de personas potencialmente contagiadas y recomiendan el aislamiento a quienes hayan estado expuestos al virus y no cuenten con inmunización completa.
Los síntomas del sarampión suelen aparecer entre 7 y 21 días después de la exposición e incluyen fiebre, tos, secreción nasal, ojos rojos, somnolencia e irritabilidad. También pueden presentarse pequeñas manchas blancas en el interior de la boca y la garganta, aunque no siempre están presentes. Un sarpullido rojo y moteado generalmente comienza en el rostro y luego se extiende por el cuerpo, normalmente entre 3 y 7 días después del inicio de los síntomas. Aunque la mayoría de las personas se recupera en un periodo de dos a tres semanas, el sarampión puede ocasionar complicaciones graves como neumonía, infecciones de oído, diarrea, pérdida de la audición o visión, insuficiencia respiratoria, convulsiones, inflamación cerebral (encefalitis) e incluso la muerte.











