Rodrigo Díaz M.
El premier de Terranova y Labrador, Andrew Furey y el premier de la Prince Edward Island (P.E.I.), Dennis King dimitieron de sus respectivos cargos como premiers.
King, el 33.º premier de la isla, se despidió con emoción de sus colegas el jueves pasado al anunciar su renuncia, diciendo que sus casi seis años en el cargo le han pasado factura.
Después de que su partido fuera elegido para formar el primer gobierno minoritario de la provincia desde 1890. Los conservadores fueron reelegidos en el 2023, formando una mayoría y ocupando actualmente 20 de los 27 escaños de la legislatura.
Rob Lantz, el actual ministro de educación, ha sucedido a King como premier y líder interino de los conservadores tras ser elegido por unanimidad por su grupo parlamentario el mismo jueves. Los planes para la selección de un líder permanente aún no están claros, pero la líder del gobierno en la Cámara de los Comunes, Susie Dillon, dijo en un comunicado que Lantz lideraría el gobierno “en los días, semanas y meses venideros”.
King dijo que siente que se va con una nota alta, y que los conservadores progresistas ganarían “con bastante facilidad” si hoy se celebraran otras elecciones. Enumeró las mejoras en la atención de salud y la reforma fiscal entre una lista de logros de los que está especialmente orgulloso.
Furey dejó su cargo alegando que no tiene estómago para otro mandato ante el trabajo que supone enfrentarse a las amenazas del “maníaco” presidente de Estados Unidos Donald Trump.
Andrew Furey, antes cirujano ortopédico traumatólogo se convirtió en líder provincial del Partido Liberal hace cinco años, dijo que “ama la política”, pero que tomó la decisión con su esposa, la doctora Allison, “alrededor del día de San Valentín”, alegando que el trabajo ha sido una preocupación constante y estaba afectando demasiado a su vida familiar.
No descartó volver algún día a un cargo electo, pero dijo que, con Trump en el cargo, los próximos cuatro años iban a ser demasiado duros para seguir trabajando al mismo ritmo.
Recién salido de la renegociación de un acuerdo de 17 billones de dólares para ampliar el contrato de Churchill Falls y desarrollar nuevos proyectos hidroeléctricos en el Bajo Churchill con Hydro-Québec, la decisión de Furey de dejar el cargo sorprendió a muchos de los que le rodeaban.
Durante la pandemia del COVID-19, Furey fue el único premier liberal del país y un aliado clave del primer ministro Justin Trudeau cuando los líderes provinciales conservadores se enfrentaron a Ottawa. Hace poco se le unió otra liberal, Susan Holt, que fue elegida premier de New Brunswick el pasado mes de agosto.
Furey declaró en una conferencia de prensa que tampoco quería presentarse de nuevo a las próximas elecciones provinciales para concluir la aprobación del acuerdo de renegociación de Churchill Falls, solo para dimitir después de un año más o menos, lo que provocaría otras costosas elecciones, como exige la ley provincial en el plazo de un año desde la dimisión de un primer ministro.