Rodrigo Díaz M.
Los líderes indígenas de Brasil han celebrado la devolución de un manto sagrado que había estado expuesto en un museo danés durante más de 300 años.
El manto, de 1,8 metros de largo y fabricado con cuatro mil plumas rojas de ibis escarlata, fue presentado oficialmente en una ceremonia celebrada en Río de Janeiro. Asistió el Presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
El manto fue arrebatado al pueblo tupinambá durante el periodo colonial portugués y había estado expuesto en Copenhague desde 1689.
Los líderes indígenas afirman que su devolución pone de relieve la importancia de demarcar sus tierras ancestrales para mantener vivas sus tradiciones.
Un grupo de 200 tupinambá acampó frente al edificio, con tambores y pipas llenas de hierbas medicinales, esperando ver el preciado manto y reencontrarse con sus antiguas tradiciones.
Varios cabos sagrados tupinambá, que han sobrevivido cientos de años, siguen expuestos en museos de toda Europa. Se cree que datan del siglo XVI.
Los líderes tupinambá afirman que no se trata sólo de devolver artefactos a sus tierras de origen, sino de reconocer a los pueblos indígenas, sus tierras y sus derechos.
El presidente de Brasil se ha comprometido a reconocer las reservas de tierras indígenas, pero el gobierno aún no ha demarcado oficialmente el territorio de los tupinambás.
En su intervención en el acto, el Presidente Lula afirmó: “También estoy en contra de la limitación temporal de las reclamaciones de tierras indígenas. Me propuse vetar este ataque contra los pueblos indígenas”.
Los tupinambás afirman que el territorio, rico en minerales, está siendo devastado por grandes empresas agrícolas y mineras.