Rodrigo Díaz M.
Siete años después de que OSIRIS-REx fuera enviada al espacio para recuperar una muestra de un asteroide, la nave espacial dirigida por la NASA ha entregado con éxito su carga a la Tierra en un aterrizaje perfecto.
La cápsula aterrizó en el Campo de Pruebas y Entrenamiento de Utah la semana pasada después de un viaje de, aproximadamente, unos 6.200 millones de kilómetros, según un anuncio de la NASA.
“Esto marca la primera misión estadounidense de retorno de muestras de este tipo y abrirá una cápsula del tiempo a los inicios de nuestro sistema solar”, dijo la agencia en la plataforma de medios sociales.
La misión comenzó en el 2016, cuando la nave fue desplegada para recoger material de asteroides que los científicos esperan que pueda revelar conocimientos más profundos sobre la formación del sistema solar.
OSIRIS-REx alcanzó por primera vez el asteroide objetivo, conocido como Bennu, en el 2018. En el 2020 se extrajo una muestra y el largo viaje de regreso a la Tierra comenzó en el 2021.
La cápsula de muestras entró en la atmósfera terrestre esta mañana y navegó con seguridad hasta el suelo, tocando tierra sin un solo rebote, balanceo o patinazo.
Los científicos dicen que podrán abrir el contenedor de muestras y empezar a averiguar qué es exactamente lo que hemos traído del espacio.
La NASA afirma que esta misión no es más que el principio de nuevas formas de estudiar los asteroides. Y el próximo objetivo ya está fijado: Apofis, un asteroide de unos 370 metros de diámetro que se acercará a 32.100 kilómetros de la Tierra en el 2029, según la página web de la NASA.
OSIRIS-APEX se encontrará con Apofis en el 2029. La NASA tiene previsto utilizar los propulsores de gas de la nave espacial para “desalojar y estudiar el polvo y las pequeñas rocas que se encuentran sobre y bajo la superficie de Apofis”.