La nueva seleccionadora española de fútbol, Montse Tomé, anunció una lista para los partidos de la Nations League de esta semana compuesta casi en su totalidad por jugadoras que hace sólo unos días dijeron que no jugarían con el equipo nacional hasta que la federación hiciera cambios significativos.
Tomé dijo el lunes que ha hablado con las jugadoras y que espera que estén en la concentración el martes. Las campeonas del mundo juegan hoy contra Suecia, primera clasificada, en un partido que podría ser decisivo para las esperanzas de España de conseguir por primera vez en su historia una plaza en los Juegos Olímpicos.
“Confío en que las jugadores son profesionales”, dijo Tomé. “Sé que mañana estarán aquí con nosotros”.
Pero la elección de Tomé podría ser contraproducente. Existe una simpatía generalizada por las jugadoras, cuyo primer título mundial se ha visto ensombrecido por el comportamiento grosero del ex presidente de la federación Luis Rubiales, que besó a Jenni Hermoso sin su consentimiento en la tribuna de la victoria.
Rubiales insistió en que no había hecho nada malo, y fue aplaudido por el ex seleccionador Jorge Vilda y muchos miembros de la federación tras insistir en que no dimitiría. Eso fue considerado por muchos como indicativo de la falta de respeto que la federación ha mostrado a sus jugadoras, y 21 de las 23 jugadoras del Mundial dijeron el viernes que boicotearían a la selección hasta que el actual presidente de España, Pedro Rocha, dimita y se reorganicen el programa femenino y el departamento de marketing y comunicación de la federación.
Pero Tomé las convocó a pesar de todo. Su lista incluye a 15 integrantes de la selección mundialista, aunque Hermoso, la máxima goleadora de la historia de España, no estaba entre ellas.